Cuando hablamos de motociclismo en nuestro país hay unas coordenadas espacio-tiempo especialmente llamativas. Cataluña años sesenta. Un momento y lugar donde se congregaron cinco fabricantes míticos para cualquier aficionado a las dos ruedas: Montesa, Sanglas, Bultaco, Derbi y Ossa. No obstante, más allá de éstas existían algunas otras regidas por la pequeña producción y la artesanía en la mecánica. Una de ellas fue Ducson. Primero centrada en las bicicletas para lanzarse finalmente a la motorización a finales de los cincuenta. Una trayectoria empresarial que tuvo en la Ducson Repris de 1961 a uno de sus grandes hitos.
Hoy en día bastante desconocida dentro de los círculos motociclistas, la Ducson Repris fue sin embargo uno de los mayores objetos de deseo entre los aficionados a la velocidad en la España de los años sesenta. Algo que a más de uno le puede sorprender debido a la sencillez del modelo, aunque precisamente por ello la Repris lograba tener las cualidades que hicieron fama de ella. Para empezar, la identidad de Ducson residía en la sencillez. Cierto. Pero no en una sencillez alejada de ofrecer el mayor rendimiento posible a partir de las más elementales condiciones de partida. Por eso mismo, sus modelos cobraron fama por maximizar sus escuetas mecánicas en clave deportiva.
Todo ello siguiendo un espíritu muy propio de los talleres artesanales, ya que además las Ducson eran fácilmente trucables. Con esta suma de factores, no es de extrañar que a pesar de sus modestas prestaciones la Ducson Repris fuera una de las motocicletas favoritas de todos aquellos jóvenes con ínfulas de piloto que tanto proliferaron durante los años sesenta. De hecho, existen testimonios incluso de la década siguiente en los que queda claro cómo no pocos de estos amantes de la velocidad consiguieron dar esquinazo a las fuerzas del orden subidos a una de estas Ducson monocilíndricas.
Menos conocida que otras marcas catalanas del momento, Ducson tenía cualidades deportivas muy marcadas a partir de elementos mecánicos bastante sencillos y fácilmente modificables
Ducson Repris, tan especial como desconocida
Al contrario que Bultaco, Duscon nunca consiguió abrirse a los mercados internacionales. Por el contrario fue una marca muy local, especialmente ceñida a los alrededores de Barcelona y el cinturón de ciudades dormitorio formado por Sabadell, Granollers y Mataró. De esta manera, su producción fue realmente escasa aunque al contrario de lo que se pudiera pensar su idea de negocio consistía en ofrecer modelos prácticos para el día a día en la ciudad. Eso sí, siempre con un claro toque deportivo gracias al cual atraer los intereses del público más joven y / o atrevido.
De esta forma, en 1960 se presentó la Ducson Repris montada sobre un sencillo chasis estampado en chapa de llamativa estética y posición de manejo más cómoda de lo que pudiera parecer. Algo realmente reseñable, especialmente tras comprobar lo estrecho y bajo de un manillar que no deja de hacer guiños al mundo de las carreras. A nivel práctico la Repris cuenta con dos asientos y una sobresaliente estabilidad según las pruebas de la época, complemento perfecto para su uso diario en el ámbito urbano.
No obstante, a pesar de ese propósito práctico y racional la Ducson Repris recogió todo lo aprendido en competición por la marca. De esta forma, el motor monocilíndrico de dos tiempos y 49 cm3 con culata esférica de aluminio rendía 3 CV a 7.500 rpm con un cambio rápido de tres velocidades accionado desde el puño. Gracias a todo ello se consiguió una motocicleta capaz de rendir más velocidad y aceleración de lo que pudiera parecer en un primer momento, luciendo también un llamativo sonido en el escape más propio de las carreras que de un uso cotidiano.
A pesar de servir para el día a día en la ciudad esta motocicleta con chasis de chapa estampada contaba con detalles de competición como su estrecho y bajo manillar
Llegados a 1962, la Ducson Repris amplió su oferta con la 49 Sport. Dotada de una nueva mecánica, la potencia ascendía hasta los 4,5 CV pasando la velocidad máxima desde los 80 kilómetros por hora hasta los 90. Y es que, en aquellas fechas, tanto la legalidad más laxa como el ímpetu – o inconsciencia – de los aficionados permitían alcanzar estas cifras sobre monturas que no siempre circulaban por carreteras presentadas en la mejor de las condiciones. Desde luego unos tiempos trepidantes e iniciáticos, en los cuales la Ducson Repris destaca entre las motocicletas más fibradas del momento.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS