La Segunda Guerra Mundial no se habría desarrollado de la misma forma de no haber hecho aparición en escena la Blitzkrieg o guerra relámpago. Se trataba de golpear muy fuerte y rápido, lo cual puso en jaque a los primeros oponentes de la Alemania nacional socialista. Uno de los pilares de esa movilidad se consiguió con motocicletas como la BMW R 75, capaces de ir de un lado a otro con hombres, armas, equipo o mensajes con mucha rapidez.
Diseñada antes de empezar la contienda, entró en servicio antes de 1941. Era una moto pesada con sidecar, con un motor bóxer de dos cilindros y 750 cc, el cual se demostró casi indestructible incluso sin apenas mantenimiento, austero y con buenas prestaciones. La fuerza se transmitía a través de ocho velocidades (y marcha atrás) por un eje cardán a la rueda trasera, y esta mediante diferencial bloqueable al sidecar. Era un triciclo con dos ruedas motrices, con un reparto del 30% al sidecar y el resto a la rueda principal; así era más manejable.
Las R 75 tuvieron múltiples cometidos en la mayoría de teatros en los que se vio envuelta la Alemania de Hitler, desde el frío horrible de Rusia (hasta -30 ºC arrancaban) al calorazo del norte de África. Aunque no funcionaba bien en las condiciones más extremas, en Europa continental era difícil de superar: fiable, rápida, con buena capacidad de carga, fácil de mantener… aunque un poco pesada, complicada de pilotar y con pánico a la nieve, arena o barro de cierta profundidad. La Zundapp KS 750 fue superior en algunos aspectos.
Su fábrica en Eisenach fue bombardeada en 1944, pero sobrevivió al ser copiada por los rusos y aún se vendía en los años 90 como Ural y Dnepr
En el pliego de condiciones de la Wehrmacht para moto pesada, se debían cumplir entre otras cosas compatibilidad con neumáticos 4,50×16 (usadas por Volkswagen), 350 km de autonomía, punta de 95 km/h, capacidad de vadear hasta 30 cm de agua, poder tirar de 400 kg e incluso llevar remolque. La historia de este modelo es apasionante, y os invitamos a continuarla en una excelente entrada de Canarias en moto.
Se fabricaron unas 16.500 unidades, de las cuales aún hay algunas en condiciones de circular, y no esperéis conseguir ninguna en buen estado por menos de 30.000 euros.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS