Corrían los años 70 cuando hizo aparición la Laverda 750 SF, con un motor de mayor capacidad que su predecesora de 650. El mercado demandaba motores más grandes, todavía no se vislumbraba la crisis del petróleo. Nuestra protagonista es la Laverda 750 GTL de 1975, una versión cruiser con algunos aditamientos estéticos como los fuelles de la suspensión delantera de goma, doble asiento y mucho, mucho cromado.

La idea no funcionó comercialmente con los particulares, pero tuvo relativo éxito como moto de policía en Italia y algunos emiratos árabes. Su motor era muy adecuado para ese propósito, y demostró ser muy fiable por tener cinco cojinetes, distribución por cadena y un motor de arranque sobredimensionado, lo cual le penalizó un poco en peso respecto a coetáneas como la Ducati 750. Por lo menos pillaba 180 km/h.

A partir de los 80 la suerte de Laverda empezó a ir hacia abajo, fruto de la pujanza de las japonesas. Tras la estampida de la familia original en el 85, otros empresarios intentaron relanzar la marca. Laverda es una marca del grupo Piaggio desde 2004, pero ahora mismo se encuentra en suspensión, a la espera de que se le asignen modelos o de que alguien compre los derechos de uso al gigante italiano.