Si hay una combinación curiosa en el mundo de las dos ruedas es la de poner motores diésel en motocicletas. En principio es algo contra natura, dado que los motores de gasóleo no dan muchas revoluciones, son más pesados, ocupan más espacio, son humeantes y ruidosos. En cambio, su economía de combustible es sorprendente, si todo lo demás importa poco.
La Royal Enfield Taurus es la primera, única y última motocicleta diésel que se ha vendido en masa, aunque sus ventas se concentraron en el mercado doméstico indio. Derivaba de la Bullet 350 de gasolina, montando a su vez un monocilíndrico diésel de origen Lombardini con 325 cc, dos válvulas y cuatro tiempos, refrigerado por aire. Es el motor de un cilindro más pequeño empleado por Royal Enfield. Su potencia era muy modesta, apenas 6,6 CV a 3.600 RPM y un modesto par de 15 Nm a 2.500 RPM. Desde 1993 se vendió con arranque electrónico.
Esta moto tuvo mucho sentido en la India hasta principios del 2000, cuando las normas anticontaminación la convirtieron en una proscrita. Tenía sentido en las áreas rurales y más pobres, sobre todo considerando que el gasóleo costaba la mitad que la gasolina y que se podían lograr rendimientos de 85 kilómetros por litro. No era cómoda de conducir, tampoco rápida, alcanzar los 90 km/h en cuarta era cuestión de suerte. Pesaba unos 50 kg más que la Bullet 350, un total de 196 kg. Para frenarla se confiaba en frenos de tambor en ambos ejes.
A su favor, era muy simple a nivel mecánico, el motor aguantaba de todo y era muy fiable. Tal fue su éxito que, una vez terminada la producción, la compañía de tractores Sooraj Tractors, basada en Punjab, siguió fabricándolas. Por otro lado, en la India se han hecho varios retrofit de viejas Bullet con un motor diésel de 350 cc, como la de la imagen de portada.
Con un depósito de 15 litros, antes se agotaba la resistencia física de las articulaciones del motero. En el caso más optimista, hablamos de una autonomía de 1.200 kilómetros. Muy ecológica no será, pero en un país pobre esta moto tenía un planteamiento de lo más interesante.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.85 km por litro… que pasada.
Seré muy raro, pero la idea de un moto diesel me atrae mucho. Tal vez por lo rarísimas que son.
Estoy convencido de que acabarías hasta las narices en poco tiempo, a menos que te hayas planteado llegar a París con menos de 20 euros.
Bueno, con esta Royal no se, pero con la Kawasaki militar…
Si es por sonido y vibraciones, ya estoy curtido de horas y horas con la segadora que, aunque sea de gasolina, tiembla como ella sola y al final del trabajo ando igual que Wil E. Coyote