Quien no conoce a Puch, este fabricante austríaco que produjo motos muy interesantes en el siglo pasado. La moto de hoy, la Puch 250 SGS, quizá no destaque por ser la más agraciada, pero su motor es de lo más interesante: dos pistones compartiendo una misma cámara de combustión, o lo que los ingleses denominan twingle.
Este fabricante fue fundado en 1889 en Graz, Austria por Johann Puch. Fabricaba bicicletas, automóviles y motos y como casi todos los fabricantes, tuvo que reinventarse después de la I Guerra Mundial. Corría el año 1923 cuando Giovanni Marcellino llegaba a la fábrica de Puch, para encargarse de las operaciones. Tenía claro que para recuperarse, debían ofrecer un producto original y novedoso, por lo que comenzó a diseñar un nuevo motor, basado en los de cilindros opuestos que comparten cámara de combustión, pero que fuese más sencillo y barato de fabricar.
El motor twingle es de un cilindro y dos pistones, unidos a un mismo cigüeñal, que comparten cámara de combustión, con lumbreras, en vez de válvulas, y que poseen cierto decalaje para que el aire circule correctamente en los dos tiempos de combustión. Esta complejidad añadida mejoraba mucho el rendimiento de un dos tiempos, acercándolo a los motores de cuatro tiempos, pero con una mayor sencillez de construcción.
La Puch 250 SGS tenía 248 cm3 en total, produciendo 16,6 CV a 5.800 RPM, con un par de 22,7 Nm a 3.300 RPM. El motor estaba unido a una caja de cuatro velocidades, transmitiendo la potencia a través de cadena a su rueda trasera, e impulsando la moto hasta los 110 km/h de velocidad máxima, una velocidad muy respetable en aquellos años. Tenía un peso de 153 kg, por lo que no era una moto pesada ni ligera, sencillamente correcta.
El modelo estuvo en producción 17 años, desde 1953 hasta 1970. En estas fechas las finanzas de Puch no andaban muy bien, y finalmente en 1987, Puch fue adquirida por el Grupo Piaggio, aunque el grupo al que pertenecía, Steyr-Daimler, continúa fabricando vehículos todoterreno para uso militar.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS