Una de las configuraciones mecánicas más curiosas que hay es la del motor en H. La Brough Superior Golden Dream es uno de los pocos ejemplos con dicha arquitectura. Se mostró al público por primera vez en stand 12A del Salón de Earls Court (Londres, Reino Unido) en el prebélico 1938, concretamente el 7 de noviembre.
Para los que no conozcan la marca Brough Superior, fue lo que Rolls-Royce era a los coches antes de la Segunda Guerra Mundial. En la búsqueda de la perfección mecánica sus ingenieros buscaron alternativas desde finales de los años 20 para reemplazar a los motores V-Twin fabricados por JAP de un litro de cilindrada. En 1927 se intentó con un prototipo de motor V4 transversal.
Casi 10 años después los ingenieros de Brough Superior desarrollaron un motor de cuatro cilindros perfectamente equilibrado, sin vibraciones ni de primer ni de segundo orden. Hay dos filas de cilindros, una encima de otra, perfectamente sincronizados todos ellos mediante ruedas dentadas. Además, su diseño compacto favorece la refrigeración del conjunto.
La versión original del motor, descrito como un “flat vertical”, cubicaba 988 cc, es decir, cilindros cuadrados (68×68 mm) con las levas accionadas por piñones. El diseño final adoptó un mayor diámetro de los cilindros, 71 mm, y una menor carrera, 63 mm, resultando en 998 cc. La distribución finalmente se adoptó mediante árboles de levas accionados por cadena.
Fijaos en la animación de la parte superior. Es un motor de cuatro tiempos que parece ser la unión de dos bóxer apilados. Las bielas de cada piso están conectadas entre ellas, y los cigüeñales dentados son contrarrotantes. Aunque solo un pistón está haciendo trabajo efectivo a la vez, el balance mecánico es perfecto.
La revista Motor Cycle se deshizo en elogios en su primer contacto estático con la Golden Dream
En realidad, la idea del motor partió del capitán Jack Palethorpe, que ideó un propulsor para hidroaviones y motocicletas; esto no se supo hasta 1956. Su idea se mostró a George Brough para repartir los costes de desarrollo. El primer prototipo del motor fue fabricado por Sharland Motors, misma empresa que fabricó hidroaviones para Palethorpe. Era la versión de 988 cc antes descrita.
Se cree que la producción de la Golden Dream no pasó de los cinco ejemplares, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939. Tenemos “localizadas” dos unidades, la primera que se exhibió en Earls Court y otra que es propiedad del director del Brough Superior Club, John Wallis, en color negro. Otras dos estaban siendo restauradas en 2015, dando una cifra máxima de tres unidades capaces de rodar.
El ejemplar dorado metalizado de las fotografías por poco no sobrevivió a nuestros días. El National Motorcycle Museum británico sufrió un incendio el 16 de septiembre de 2003 por una colilla mal apagada. Se perdieron 380 motocicletas, de las cuales más de la mitad pudieron ser restauradas.
Este ejemplar podría convertirse en la motocicleta más valiosa del mundo
Una de ellas fue esta moto, y fue la misma que se exhibió en 1938 en Earls Court. El jefe de restauración del museo se encontró con dos sorpresas al abrir el motor. La primera, que no había componentes internos, solo era carcasa, así que no es funcional y no cuenta como unidad conducible. La segunda fue una nota manuscrita muy explícita por parte del que ensambló el conjunto. La palabra “bollocks” la podemos traducir como “¡cojones!” en su acepción de sorpresa o molestia, Pérez-Reverte ahondó en el concepto filológico asociado.
La producción de Brough Superior se dedicó exclusivamente al esfuerzo bélico del Reino Unido durante la contienda. Sus trabajadores sirvieron componentes para Rolls-Royce, que destacó en la producción de motores de avión. Tras el conflicto la producción de motocicletas no volvió a tener lugar. Brough lo intentó, pero había restricciones después de la guerra en lo relativo a materiales y la producción apuntaba a ser costosa. Ahí quedó su contribución a la historia de la motocicleta.
Tal vez aquel fue “bollocks” un lamento porque la Golden Dream nunca se produciría en serie por culpa de la guerra.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS