El 31 de enero de 1992 se hacía la presentación oficial en España de nuestra protagonista de hoy, la Honda NS-1 75. Fue en las instalaciones de Montesa-Honda en Esplugues, dándole el relevo a su antecesora, que hasta la temporada anterior había sido la motocicleta del segmento más vendida con 5.004 unidades, la Honda NSR 75.
Antes de estas, fue también la marca del ala dorada la primera en traer sus modelos hasta nuestro mercado en la categoría de los 75 cc, con sus icónicas Hurricane y después MBX, siempre con la misma fórmula basada en la calidad de fabricación y una suavidad de funcionamiento casi inigualable por sus competidoras.
Así, esta nueva NS-1 se convertía por tanto en la cuarta generación de pequeñas deportivas de la marca nipona y también sería la última en el segmento de los 75 cc por las diferentes modificaciones en la reglamentación del A1 y donde las 125 cc tomarían el relevo a partir de 1996. La NS-1 en Japón salió con una cilindrada de 49 cc un año antes, así hasta el final de su vida comercial.
La Honda NS-1 venía a sustituir a la sempiterna NSR en el batallado segmento de las 75 cc, con nuevas y mejores soluciones técnicas, además de una imagen de moto grande que la hacía aún mas atractiva si cabe
Pero centrándonos en esta pequeña deportiva, escuela de conducción de muchísimos adolescentes de la época, debemos decir ante todo que con su llegada se renovaba nuevamente el segmento, a expensas de lo que hicieran sus competidoras más directas, como lo eran la Yamaha TZR 80 RR y la Derbi GPR 75, fundamentalmente.
Para esta ocasión Honda dejó atrás el raquítico chasis tubular de las NSR 75 y optó por un doble viga de acero en “U” al igual que en su basculante, también fabricado en el mismo material, y con una sección mayor que en modelos anteriores de la marca. A esto había que sumarle un carenado de nueva factura y mayor volumen, que le confería un aspecto de “moto grande” y donde resaltaban los intermitentes delanteros integrados en este o su cúpula frontal de mayor tamaño y mejor protección que en la desaparecida NSR 75.
En cuanto a las suspensiones, la marca instalaba en la NS-1 una horquilla telescópica con barras de 31 mm en su frontal y para la parte trasera en esta ocasión prescindía del sistema Pro-link de la antigua NSR, colocando en este caso un monoamortiguador anclado directamente al basculante.
Un chasis de nueva factura y mayor sección convertía a esta nueva NS-1 en una motocicleta más rígida y estable cuando de rodar a fondo se trataba, confiriendo al piloto mejores sensaciones que sus predecesoras
La frenada fue uno de los aspectos que se mejoró respecto de su antecesora, ya que para esta ocasión, además del disco delantero de 256 mm y pinza de doble pistón que venía anclado a su llanta delantera, se dispuso también de un disco en este caso de 220 mm y pinza monopistón en la parte posterior. En la antigua NSR un tambor era el encargado de la frenada en la zona trasera.
Respecto al propulsor, la nueva Honda NS-1 75 supo aprovechar la fiabilidad y suavidad de marcha del motor de la NSR, por lo que pocas variaciones hubo en este apartado para el renovado modelo, más allá de mejorar el funcionamiento a medio régimen, gracias entre otras cosas a la incorporación de un nuevo carburador de 20 mm y un nuevo sistema de escape.
Así, con todo el mono cilíndrico refrigerado por agua de 74 cc seguía con la misma arquitectura mecánica con admisión por láminas al cárter, cambio de seis relaciones y arranque por pata únicamente. Sus competidoras a partir de ese año incorporarían arranque eléctrico y algunas, como la GPR, incluso los dos sistemas.
Mecánicamente, la nueva Honda NS-1 se mantuvo prácticamente inalterada, ya que el propulsor de su antecesora seguía siendo una referencia en la categoría en cuanto a prestaciones, suavidad y fiabilidad mecánica
Quizás el acabado final era el punto más débil de esta nueva NS-1, con elementos como unos espejos retrovisores no muy acertados o la mencionada ausencia del arranque eléctrico. También es cierto que justo unos meses después es cuando llegaron las renovaciones de sus competidoras, tras ver que había puesto sobre la mesa Honda, por lo que pudieron mejorar en algunos aspectos respecto a esta.
Aun así, esta espléndida motocicleta de tan solo 74 cc hacía las delicias de todos aquellos que se hacían con ella, gracias a un motor elástico y suave, capaz de alcanzar los 119 km/h, según declaraba la propia marca, entre otras cosas porque gozaba de una aerodinámica bastante mejorada respecto a su antecesora y además conseguía mantener su peso final en tan solo 110 kilogramos.
A esto hay que sumarle una buena agilidad en conducción gracias a ser la más corta entre ejes, con tan solo 1.290 mm de longitud, o unos neumáticos de nueva factura Pirelli MT 75 en medidas 90/80/R17 y 100/80 R17 delante y detrás, respectivamente, que le otorgaban un agarre excepcional en cualquier situación.
La última motocicleta en el segmento de hasta 75 cc de la marca del ala dorada no defraudó a sus propietarios de la época, ya que la marca terminó en el segmento como había empezado, marcando el ritmo de este y mejorando versión tras versión
El equipamiento de la nueva Honda NS-1 iba acorde al buen hacer siempre presente de la marca, y en él encontrábamos un nuevo cuadro de instrumentos con velocímetro tarado hasta los 120 km/h, cuentavueltas con la línea roja situada a las 11.500 RPM e indicador de la temperatura del agua, además de diversos testigos luminosos, todo ello envuelto sobre un marco de goma-espuma que le confería un carácter racing insuperable.
Además, contaba con elementos como asa para el pasajero trasera así como laterales bajo las fibras traseras o un enganche con cierre de seguridad para dejar el casco en el lateral izquierdo de esta a lo que había que sumar un hueco bajo el asiento para poder llevar la cartera, documentación, etc. Con un precio de salida de 415.000 pesetas, se colocaba ese mismo 1992 como la más cara de todas las 75 y rival a batir por la competencia, algo nada fácil por otro lado con lo que ofrecía la deportiva de Honda.
En la actualidad, y al igual que todas sus competidoras del momento, la NS-1 75 es ya parte de historia reciente en el mundo de las dos ruedas de nuestro país. Nostálgicos y amantes de este tipo de motocicletas llevan de unos años a esta parte intentando mantener, restaurar y seguir disfrutando de estas icónicas máquinas que formaron parte de la adolescencia de muchos de nosotros.
Agradecemos a Goku la gentileza de cedernos las fotos de su NS-1, que luce resplandeciente.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Mi primera moto hace ahora 30 (!) años. Sigue viéndose igual de bonita! Sólo guardo buenos recuerdos (a pesar de un gripaje que taladró el pistón), una moto cómoda, estable, rápida y suave, que me enseñó a empezar a amar el mundo de las dos ruedas
Estéticamente era mi favorita, sin desmerecer a la TZR 80, además como puse por aquí estuve buscando unidades de NS1 y de la Yamaha por quitarme la espinita de tener una 2T, pero han subido tanto las cotizaciones que no hay mucha diferencia con las “octavo de litro”, y acabe con una de dicha cilindrada.