Sin duda, la BMW R80 G/S ha sido y es una de las motocicletas más influyentes de la historia. Capaz de conciliar excelentes cualidades tanto dentro como fuera del asfalto, su sólo nombre va a asociado al de multitud de grandes viajeros que han hecho de ella su montura para recorrer el mundo. Además, es un mito incuestionable en el palmarés del Dakar, habiendo ganado el mismo durante cuatro ocasiones en los años ochenta. Todo ello para empapelar las habitaciones de no pocos aficionados, anhelantes de poder montar una de estas máquinas con las que cualquier distancia y terreno para algo asumible.
No obstante, lo más curioso de la BMW R80 G/S es cómo se creó casi por casualidad. Algo realmente inesperado, pues ante semejante diseño uno puede pensar que se trata de algo nacido desde cero, de una forma claramente premeditada y planificada según el severo ritmo de trabajo germano. Pero no, nada más lejos de la realidad. De hecho, los inicios de esta motocicleta han de situarse en los Seis Días de Escocia. Una de las competiciones más históricas e icónicas para el mundo de las dos ruedas, celebrada desde los albores del siglo XX para ser, hoy en día, una leyenda que complementa con su carácter Off-Road al TT de la Isla de Man.
Así las cosas, el ingeniero Rüdiger Gutsche – a la par muy aficionado a las competiciones sobre tierra basadas en las largas distancias – preparó en los años setenta una R75/5 con la idea de completar la dicha prueba escocesa. Cosa que hizo, aprendiendo no pocas lecciones sobre cómo adaptar a un uso mixto una motocicleta basada, principalmente, en componentes nacidos para el rodar por asfalto. Eso sí, añadiendo el necesario componente de estas BMW: su adaptación a las largas distancias para así ser algo muy diferentes a las scrambler tan populares durante los años sesenta. En suma, estábamos ante algo nuevo y, por ello, BMW lo nombró con las siglas G/S. Gëllande – Off-Road – y Strabe – calle, asfalto – .
En los ochenta la R80 G/S consiguió ganar el Dakar en cuatro ocasiones, siendo por tanto una de las máquinas más relacionadas con la época dorada de esta prueba
BMW R80 G/S Paris-Dakar, una serie conmemorativa
A partir del diseño improvisado por Gutsche, en BMW tomaron multitud de piezas sobrantes en la fábrica para ir creando los primeros prototipos de la R80 G/S. Es decir, además de nacer casi por casualidad esta motocicleta se sirvió de piezas ya usadas – y por lo tanto probadas – en otros modelos de la casa germana. Gracias a ello, su fiabilidad fue magnífica desde el principio. Otro de los puntos esenciales para entender porqué fue escogida por tantos deportistas de larga distancia.
Y es que, desde que fuera presentada finalmente en 1980, la R80 G/S resultó de lo más habitual en la salida del París-Dakar. Una carrera que, precisamente en aquella década, estaba forjando la fama legendaria de la cual se beneficiarían a nivel comercial marcas como Peugeot o Citroën. Deseosas de conectar la fiabilidad y potencia demostradas sobre las dunas con los productos que situaban en los concesionarios. Algo de lo que, como vemos, participó BMW en 1985 gracias al estreno de la versión R80 G/S Paris Dakar fabricada en una serie de tan sólo 200 unidades.
Creada para para conmemorar los éxitos de esta máquina en el Dakar – donde ya había ganado en 1981 y 1983 con Hubert Auriol así como en 1984 y 1985 con Gaston Rahier – , hoy en día es una de las preparaciones más codiciadas de entre todas las variantes nacidas al calor de las G/S “Dual Purpose”. Eso sí, debido a la enorme afición despertada por el Dakar, de esta BMW se han hecho multitud de copias y tributos ajenos a la fábrica. Es decir, el coleccionista que consiga una debería preocuparse no sólo por el estado de la unidad, sino también por la obtención de un certificado de autenticidad.
Curiosamente, la G/S se creó casi por casualidad. De todos modos, lo cierto es que fue todo un éxito, inaugurando el segmento de las ” doble propósito “
Y sí, se entiende la gran cantidad de copias realizadas pues, no en vano, desde su depósito agrandado hasta su combinación cromática todo en la BMW R80 G/S Paris-Dakar rezuma gusto por dar tributo a los tiempos dorados de esta prueba en los desiertos. Además, obviamente incorpora el motor Tipo 247 de las R80. Con dos cilindros opuestos y 797 centímetros cúbicos para entregar 50 CV con los que mover los 186 kilos del conjunto. Como es costumbre en BMW y esta versión tributo a Rahier y Auriol no podía ser menos, la transmisión por cardán va carenada. Algo perfecto para evitar los posibles problemas dados por la arena del desierto en la transmisión.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Lo cierto es que ignoraba que hubiese versiones de éstas máquinas con transmisión por cadena, sea carenada o sin carenar. La idea que yo tenía era que BMW siempre usó su transmisión por árbol cardánico, y que lo consideraban como elemento diferenciador respecto a la competencia…
Eso mismo pensé yo… ¿cadena? Yo diría que es un error del redactor.
jorge
bmw boxer no existe ningun modelo a cadena por la configuracion que tiene este motor-caja-cardan