Moto del día: Montesa Cota 311

Moto del día: Montesa Cota 311

Gracias a elementos como su llamativo bastidor, esta motocicleta marcó una evolución fundamental en la saga de las Cota


Tiempo de lectura: 4 min.

Puestos a escoger una marca repleta de historia en el amplio panorama del motociclismo español, Montesa bien podría ser la referencia más enciclopédica. Y es que, al fin y al cabo, en su trayectoria no sólo encontramos páginas interesantes desde el punto de vista de la ingeniería o el diseño, sino también algunos de los mejores episodios comerciales dados en el mercado español. Eso sí, siempre condicionados por todo lo ocurrido en los años ochenta, cuando la apertura al exterior dejó de crear una competencia alterada en nuestro mercado, obligando al duro reconocimiento de la anquilosada situación industrial. De todos modos, resulta llamativo comprobar cómo, incluso en los peores momentos, la saga de las Montesa Cota siguió adelante.

Pero vayamos por partes. Para empezar, a la Montesa Cota se le puede seguir el rastro desde los años sesenta. Concretamente desde 1968. Año en el que la casa catalana presentaba la que, sin duda, ha sido su gama más extendida en el tiempo. Evolucionada a través de múltiples versiones y cilindradas, esta motocicleta de Trial marcó todo un hito en el rico panorama Off-Road generado por la industria catalana, el cual encontró una magnífica proyección en los Estados Unidos con marcas como OSSA, la cual tuvo años en los que destinó casi tres cuartas partes de su producción al país norteamericano.

Sin embargo, y a pesar del éxito de la saga de las Montesa Cota, el tiempo fue pasando hasta llegar los problemáticos años ochenta. De repente, la situación económica de la casa fundada por Pere Permanyer y Xavier Bultó a finales de los años cuarenta se fue haciendo cada vez más y más caótica. De hecho, la apertura financiera al exterior posibilitó que finalmente fuera la japonesa Honda quien, en 1986, adquiriese el control de Montesa librándola así de la desaparición. Eso sí, todo aquello supuso un gran impacto a nivel de reducción de gama. Un proceso en el que, dado su especial simbolismo, la Montesa Cota logró conservar su proyección hacia el futuro.

montesa cota 311 (3)

A mediados de los ochenta Honda acabó de tomar el control sobre Montesa, sometiendo a su gama a una reconversión donde sólo sobrevivió de forma exitosa la referencia Cota gracias a lo icónico de este modelo enfocado al Trial

Montesa Cota 311, una nueva época

Ya con Honda gestionando Montesa plenamente, en 1989 apareció la Cota 310. Para muchos, la última de la saga en contar con un carácter más “ clásico “. Y es que, aunque su diseño y puesta a punto fueron responsabilidad de los técnicos de la casa japonesa, esta motocicleta seguía conservando atributos capaces de conectarla con los tiempos pretéritos de su saga. Para empezar, el bastidor seguía siendo uno de doble cuna forjado en acero. Además, la refrigeración de su monocilíndrico con dos tiempos – mecánica típicamente hispana – aún se aferraba a la refrigeración por aire.

De esta manera, aún estando a punto de entrar en los avanzados años noventa, la Montesa Cota 310 daba al público la oportunidad de seguir viviendo en los tiempos más clásicos del Trial. Hecho que viene acompañado del carácter casi mixto de esta máquina. La cual, aún siendo claramente un producto de nicho, podía usarse con cierta facilidad en el día a día por asfalto gracias a su asiento así como a las estudiadas relaciones de su cambio. Así las cosas, a día de hoy la Cota 310 es un icono entre los aficionados con más interés por todo lo que huela a “ vieja escuela “.

Sin embargo, puestos ya en 1991 las cosas debían cambiar. O al menos así lo vieron los responsables de Honda, quienes lanzaron al mercado una motocicleta de Trial completamente renovada gracias a la Montesa Cota 311. Dominada por su precioso bastidor forjado en aluminio – el acero ya quedaba atrás – diseñado por la empresa Verlicchi – la misma que ha fabricado tantos y tan vistosos cuadros multitubulares para Ducati – la Montesa Cota 311 miraba al futuro con una estética renovada.

montesa cota 311 (1)

El bastidor de origen italiano cuenta con un diseño de lo más eficaz y atractivo, siendo el principal elemento de novedad junto a otros que colaboran para hacer de la 311 una motocicleta muy distinta a su antecesora la 310

Además, su motor monocilíndrico con dos tiempos – aún quedaba un poco más para que Honda metiera mecánicas de cuatro tiempos en la saga de las Cota – y 350 centímetros cúbicos y contaba con un sistema de refrigeración líquida y no por aire. Todo ello con una serie de ajustes que acentuaban su carácter trialero, dejando atrás las aspiraciones mixtas de sus antecesoras. Así las cosas, tanto por sus cambios como por su diseño la Montesa Cota 311 se convirtió en una máquina deseada y querida por la afición. Y es que, si la evolución está bien pensada, gusta incluso a los más puristas.

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Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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