Moto del día: Rikuo RT2

Moto del día: Rikuo RT2

Fabricadas a calco de las Harley-Davidson, estas motocicletas japonesas cuentan una historia política de lo más interesante


Tiempo de lectura: 4 min.

Debido a los azares de la economía globalizada, para entender la génesis de la empresa japonesa Rikuo hemos de situarnos en Estados Unidos justo después del Crack de 1929. Un momento especialmente delicado para Harley-Davidson, la cual llegó en algunos momentos a reducir su producción hasta en un 90% respecto a los tiempos previos a la Gran Depresión. De esta manera, se entiende a la perfección el énfasis puesto por histórica casa estadounidense de cara a proyectarse en los mercados extranjeros. Eso sí, en estos la situación no era mucho más boyante.

Para empezar, Reino Unido subió casi un 23% las tasas de importación de motocicletas. Todo ello con el fin de proteger a su ya de por sí nutrida industria. La cual disfrutaba en aquellos momentos de ciertas cuotas de mercado en territorios como la India o Australia. Así las cosas, a Harley-Davidson le estaba costando mucho más de lo esperado trascender sus fronteras nacionales. No obstante, en aquellos momentos había un prometedor mercado que, precisamente, se estaba abriendo de forma masiva a la motorización de la población con una gran presencia de pequeñas casas motocicletas.

Hablamos de Japón, en el cual incluso se habían intentado copiar descaradamente los motores V2 de Harley-Davidson de una forma, por cierto, completamente infructuosa. Llegados a este punto, ¿por qué no hacer las cosas bien? De esta manera, el agente comercial de Harley-Davidson en la zona cerró tratos con un consorcio local de cara a producir bajo licencia los diseños estadounidenses en Japón. Algo perfecto para los de Harley-Davidson, ya que les permitiría entrar de forma indirecta en un mercado fuertemente protegido por las tasas arancelarias. No obstante, aquella unión no se publicitó demasiado. ¿Por qué?

rikuo rt2 (1)

La Gran Depresión hizo que la producción en Harley-Davidson bajase incluso al 10% de lo que se hacía en años anteriores, de tal manera que la internacionalización se convirtió en una cuestión de pura supervivencia financiera

Rikuo RT2, una de las Harley-Davidson japonesas

Ojeando un libro relativo a la historia de la Segunda Guerra Mundial, hubo una imagen que nos llamó bastante la atención. Se trataba de un conjunto de soldados nipones montados en unas motocicletas con sidecar que, a todas luces – en especial por el reconocible V2 previo a la era Knucklehead – parecían ser unidades de Harley-Davidson. ¿De dónde habían salido esas motocicletas con tecnología aliada en medio de uno de los países beligerantes del eje Roma-Berlín-Tokio?

Pues bien, del propio Japón y bajo el pleno conocimiento de Harley-Davidson. Y es que, al fin y al cabo, desde 1931 Rikuo fabricó bajo licencia algunos de los modelos de la casa americana en aquel país. De esta forma, mientras Harley-Davidson sacaba partido de la proyección internacional tan necesaria para contrarrestar la caída de las ventas en su mercado local, Japón al fin lograba acceder a una tecnología basada en motores sólidos, potentes y confiables.

Sin embargo, según avanzaron los años treinta el clima político en Japón fue haciéndose cada vez más y más hostil. Es más, el militarismo y el nacionalismo avanzaron a pasos apabullantes, creando un ambiente contrario no sólo a la presencia de extranjeros en el país, sino incluso a los tratos comerciales o tecnológicos con otras potencias internacionales. Llegados a este punto, el gobierno del Japón imperial aconsejó – por decirlo suavemente – la salida del país de los técnicos de Harley-Davidson responsables de supervisar la producción de Rikuo en 1936.

rikuo rt2 (3)

Con un diseño propio del periodo de entreguerras, estas motocicletas siguieron fabricándose en Japón hasta bien entrados los años cincuenta

A partir de aquí, ambas partes tejieron un tapiz de silencio respecto a lo que había pasado entre 1931 y 1936. La parte japonesa porque no estaba interesada en promocionar cómo había tenido que recurrir a tecnología extranjera para desarrollar su sector motociclista. Y la estadounidense porque, al fin y al cabo, a Harley-Davidson no le daba especialmente buena prensa el haber tratado de forma tan estrecha con quienes, pocos años después, se convertirían en un país enemigo a partir del ataque a la base de Pearl Harbour. Con todo ello, lo cierto es que resulta curioso cómo incluso después de la Segunda Guerra Mundial se siguieron produciendo modelos de Rikuo – estuvo en activo hasta 1959 – claramente basados en las Harley-Davidson del periodo de entreguerras. De hecho, la RT2 es un muy buen ejemplo, gracias a su V2 de 750 centímetros cúbicos con válvulas laterales y cuatro tiempos con refrigeración por aire. Todo ello para generar 22 CV plagados de sabor añejo previo a la implantación de los motores Knucklehead. Sin duda, una pieza de lo más interesante para quien busque un modelo plagado de historia.

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Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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