Harley-Davidson es, al menos a simple vista, uno de los fabricantes más tradicionales y conservadoras. De hecho, hasta los típicos usuarios de Harley parecen tradicionales y conservadores. Pero en el fondo, la firma americana ha evolucionado mucho más de lo que parece a simple vista y el conservadurismo, en realidad, solo se mantiene en el apartado estético y además, en determinados modelos y no siempre, ahí está la Harley-Davidson Sportster S, que de tradicional y conservadora tiene poco.
Otra moto que no era conservadora, al menos al estilo Harley, era la Breakout. Es cierto que el concepto de la moto si lo era, con una silueta baja y larga, sobre llantas de 21 pulgadas delante y un enorme donut trasero de 240 milímetros. Pero se colocaba entre dos modelos muy característicos, aunque con diferente éxito: la Softail Night Train y la Rocket, una mezcla de tradición y cierta innovación, equipada con el propulsor TwinCam 110B, con 1.600 centímetros cúbicos y un par de nada menos que 130 Nm a 3.000 revoluciones.
La Breakout vio la luz por primera vez en el año 2012, pero fue como modelo CVO, es decir, como modelo especial y además, en edición limitada. Posteriormente, en 2013, pasó a formar parte del catálogo como modelo de producción en serie y en 2017 recibió los mismos cambios que las Softail –en el fondo, era una Softail– y se ofreció con dos motores: el Milwaukee-EIght 107 y el Milwaukee-Eight 117, para tiempo después, abandonar el catálogo.
Ahora, la Harley-Davidson Breakout vuelve a estar a la venta y además, mantiene la misma personalidad, sin apenas cambios. No obstante, eso no quiere decir que se haya puesto en circulación nuevamente tal y como era, porque ya de entrada, monta un motor diferente al que tenía anteriormente. Concretamente, incorpora el Milwaukee-Eight 117, un enorme bicilíndrico de 1.868 centímetros cúbicos que rinde 102 CV, pero sobre todo, alrededor de 172 Nm de par a 3.000 revoluciones. Un propulsor que respira a través de una línea de escape Shotgun con dos salidas, así como mediante un filtro de aire Heavy Breather.
El depósito, ahora, alcanza los 19 litros, un notable aumento frente a los poco más de 13 litros que tenía la primera iteración de la Breakout. En este regreso también hay más cromados, como los soportes del guardabarros trasero, las tapas laterales, protectores del silenciador, intermitentes… las llantas son de aluminio fundido y acabado mecanizado, mientras que el manillar es 1,9 centímetros más largo y se ha elevado y desplazado hacia atrás para acentuar más la posición de conducción.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS