Con el tiempo, ciertos acontecimientos históricos van uniéndose en la memoria colectiva a no pocos objetos o máquinas. En este sentido, la Segunda Guerra Mundial tiene a las BMW R75 como uno de sus elementos mecánicos más recordados. Usadas por las tropas nazis en frentes tan distintos como el ruso o el africano, estas monturas con sidecar han aparecido en multitud de documentales, series y películas. No obstante, puestos a mirar fechas y cifras seguramente la protagonista de aquellas grabaciones debería haber sido la Zündapp KS-750. Sin duda, una máquina de lo más solvente, dotada de innovaciones con las que situarse por delante de los productos militares ofertados por BMW.
Pero vayamos paso a paso. Para empezar, debemos entender cómo el avance automotriz registrado por Alemania durante los años treinta debe gran parte de su origen a los intereses del gobierno nazi. De esta manera, el apoyo de Hitler a todo tipo de fabricantes obedece a una política con la guerra como objetivo fundamental, habiéndose armado de forma consciente durante años mejorando todo lo posible las máquinas a utilizar por sus tropas. Así las cosas, los contratos militares logrados por Zündapp durante los años de gobierno nazi la auparon desde su 5 % de cuota de mercado a comienzos de los años treinta hasta el 18 % disfrutado en 1937.
Una contabilidad con la que se pudo permitir la investigación necesaria para lanzar modelos como la KS-750. En servicio desde 1945 hasta el final de la contienda, con la capacidad de tener hasta un 75 % de piezas intercambiables con la BMW R75. Además, los neumáticos eran los mismos que los usados por algunos modelos producidos por la estatal Volkswagen. De esta manera, se potenció el máximo grado de compatibilidad entre unos vehículos y otros, favoreciendo así las reparaciones y la logística mecánica a desplegar en los frentes de batalla. Todo ello en sintonía con la teoría militar de la “ guerra relámpago “ o Blitzkrieg, mediante la cual la rapidez de movimientos sobre el terreno resultaba crucial.
En tiempos de guerra todo ha de ser práctico, por lo que esta motocicleta tenía el 75% de piezas compartidas con la BMW
Zündapp KS-750, diseñada para el conflicto militar
Hacia 1937 los altos cargos del ejército nazi ya estaba preparándose para iniciar un conflicto a escale global. Llegados a este punto, sus exigencias en materia tecnológica comenzaron a ir más allá. Por este motivo, las motocicletas militares derivadas de diseños civiles ya no eran suficiente de cara a satisfacer las posibles necesidades de las tropas. Debido a esto, lanzaron un pliego de condiciones a Zündapp a fin de crear el modelo necesario. Entre ellas, se encontraba poder llevar hasta 500 kilos – tres soldados con todos sus enseres – y, claro está, contar con aptitudes todoterreno.
Además, debería alcanzar hasta 90 kilómetros por hora por carretera a plena carga. En suma, era todo un reto ya que, al mismo tiempo, tenía que contar con sencillez mecánica y fiabilidad plenas. En base a todo ello, Zündapp llegó a la conclusión de que debía partir de cero en la concepción de aquel nuevo modelo. Nada de lo que ya estaba en su gama comercial podía ser aprovechado. Así las cosas, dos años después, en 1939, presentó a los altos mandos militares dos prototipos con una cilindrada de 700 centímetros cúbicos, posteriormente elevada a 751.
Respecto a la tracción por caminos dificultosos, la Zündapp KS-750 contó con el avance de montar caja reductora. Algo con lo que logró superar totalmente a los prototipos presentados por BMW al mismo concurso, la cual finalmente se vio obligada a copiar, a instancias de las autoridades militares, el diseño de la KS-750. Además, también tenía marcha atrás y diferencial, haciendo especialmente versátil a esta motocicleta con la altura algo elevada respecto al suelo para poder vadear pequeños ríos con mayor facilidad.
Sus cualidades todoterreno estaban a la par de su capacidad de cargo, por lo que era una motocicleta muy eficiente en terrenos bélicos
La arquitectura del motor era bóxer con dos cilindros, lo cual la hacía mecánicamente similar a las BMW de la época. Eso sí, con una fiabilidad especialmente notable, siendo efectiva tanto en Rusia con – 30 grados como en el norte de África con los calores del desierto. De hecho, tras acabar la Segunda Guerra Mundial la Zündapp KS-750 tuvo un tiempo en el que se produjo en serie para el mercado civil, rentabilizando así de una manera más pacífica sus magníficas cualidades para todo trote.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Familia, y perdone la familiaridad, pero los cubanos somos así. Me gustan mucho sus artículos, pues me encantan las motos y autos y mientras más viejos mejor, pues quizás me queda el trauma y el encanto de haber vivido más de 53 años entre motos y autos americanos y europeos desde los años 20 hasta principios de los 60 que fue cuando llegó el comunismo. Personalmente como mecánico restaure un motociclo whizzer 1947 a su estado original y una Júpiter 350 con sidecar y alguna que otra cosa. Le aliento a seguir con su publicación es muy interesante y le… Leer más »
¡Muchas gracias por su comentario Oscar! Todo un placer tenerlo como lector.