Para bien o para mal, la sana competencia entre marcas rivales ha sido uno de los elementos necesarios en la mejora tecnológica del motociclismo. Algo que, además, no sólo se ha visto en los concesionarios pugnando por tener el mejor índice de ventas. Sino también en la competición. Usada hábilmente por no pocas marcas al servicio de sus modelos de calle. Un hecho que, como pocos, supo resumir a la perfección Xavier Bultó con su “ las ventas siguen a la bandera a cuadros “. De hecho, en la trayectoria del motociclismo español aquella máxima vino a ser refrendada no sólo por la historia de Bultaco, sino también por la Derbi, OSSA e incluso Montesa.
Es más, en 1979 organizó la llamada Copa Crono. Un trofeo monomodelo que, volviendo a la cuestión anteriormente referida sobre la necesaria competencia, intentó rivalizar con la Copa Streaker convocada por Bultaco. Pero vayamos paso a paso. Así las cosas, lo mejor será situarnos a comienzos de los años setenta. Una época en la que las marcas supervivientes a la popularización del automovilismo gracias al Off-Road volvían a tener problemas. Y es que, no en vano, los fabricantes nipones estaban copando el mercado estadounidense.
Aquel mismo que, desde mediados de los sesenta, había dado una lucrativa expansión a Montesa, Bultaco y OSSA. Es más, esta última estaba exportando ni más ni menos que tres cuartas partes de su producción a los Estados Unidos antes de acabar los años sesenta. De hecho, hasta Sanglas llegó a tener importador en aquel país buscando comercializar sus modelos deportivos de baja cilindrada equipados con motores Zündapp. Una época feliz que, a mediados de los setenta, ya se veía como parte del pasado.
Tanto en el automovilismo como en el motociclismo, las copa monomarca fueron una excusa perfecta para crear cantera de pilotos
Montesa Crono y su Copa monomodelo
Con todo ello, desde Montesa hasta OSSA pasando por Bultaco miraron de nuevo al mercado nacional. Así las cosas, las tres llegaron a tener sus respectivas copas monomarca – con vidas efímeras eso sí – de cara a promocionar diversos modelos. Una fórmula publicitaria que, de hecho, estaba dando muy buenos resultados en el automovilismo gracias a eventos como el Desafío SIMCA, la Copa Renault o la Fórmula Nacional SEAT 1430.
Pero vayamos al caso concreto de la Copa Crono. De esta manera, antes de hablar de Montesa deberemos hablar de Bultaco. Y es que, en 1977 la casa de Xavier Bultó lanzó la Streaker para, con la perspectiva que da el tiempo, alzarse hoy en día como su último gran diseño. Ofertada tanto en 74 como en 125 centímetros cúbicos, esta montura de carretera insistía en poner la deportividad al alcance de un público juvenil. Y sí, fue un verdadero éxito.
Tanto así que, tan sólo un año después, Montesa reaccionó con la aparición de la Crono. Caracterizada por su monocilíndrico de dos tiempos, también tuvo versiones con 75 y 125 centímetros cúbicos. Es más, cambiando el chasis llegó a existir la de 350 centímetros cúbicos. Con todo ello, aunque no tuvo el éxito comercial de la Bultaco sí tuvo un cierto recorrido en concesionarios. Algo a lo que intentó ayudar la Copa Crono.
En contraste con las Streaker, las Crono de esta copa sí estaban muy alteradas respecto a las unidades de serie
Eso sí, decimos “ ayudar “ en tanto y cuanto este trofeo no consiguió el mismo éxito que el convocado por Bultaco con sus Streaker, de la cual salieron campeones como Jorge Martínez “ Aspar “. Además, mientras la copa de Bultaco se compitió con modelos en estado cuasi de serie – sólo se admitían algunas diferencias en la carburación o los neumáticos – la Copa Crono sí se corría con unidades altamente modificadas. Asimismo, ambas se disputaron durante tan sólo un año en el que, claramente, la de Bultaco destacó más. Eso sí, a décadas vista la Copa Crono ha quedado como uno de los episodios más interesantes de entre todos los producidos durante los años previos a la absorción por Honda.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS