Moto del día: Montesa Cota 304

Moto del día: Montesa Cota 304

La Montesa Cota 304 fue parte de la primera actualización del modelo realizada bajo el dominio de Honda, asegurando así la perpetuación del mismo más allá de la marca original.


Tiempo de lectura: 4 min.

Mientras las más de las marcas históricas del motociclismo catalán iban cayendo sin remedio, Montesa logró ganar tiempo gracias a su asociación con Honda en 1982. Un proceso polémico en el que, a pesar de los resultados, se pudo conservar la denominación Cota hasta nuestros días, evolucionando así la que desde 1968 había sido una de las monturas referenciales en el ámbito del Off-Road. Pero vayamos por partes. De esta manera, lo mejor será situarnos en 1980. Año en el que, tras una hegemonía de años a cargo de Bultaco, Montesa lograba hacerse con la victoria en el Mundial de Trial tanto en pilotos como en constructores.

Así las cosas, la casa catalana vivía uno de sus mejores momentos deportivos. Sin embargo, aquello hacía un notorio contraste con la situación en la fábrica, aquejada por las huelgas y el complejo ajuste de las cuentas tal y como le estaba ocurriendo – de una forma incluso más dramática – a la cooperativa de trabajadores responsable de Bultaco tras la salida de la familia Bultó. Con todo ello, en 1982 Montesa firmó su asociación con Honda a fin de conseguir un poco de respiro. Es más, mientras la casa catalana lograba así una cierta capitalización, el gigante nipón se aseguraba entrar al mercado español como productor local.

Y es que, al fin y al cabo, el acuerdo incluía cláusulas sobre los derechos de Honda a la hora de utilizar la cadena de montaje de Montesa a fin de crear modelos propios. Sin duda, una operación del todo calculada pues, tan sólo cuatro años después, el pacto se renovaba con el resultado de poner las instalaciones de Montesa bajo dominio absoluto de Honda. En otras palabras, a efectos prácticos la histórica casa catalana desaparecía absorbida por el gigante asiático, el cual tuvo por otra parte la delicadeza de conservar la denominación comercial Montesa Cota para sus monturas de Trial.

montesa cota 304 (2)

De 1982 a 1986 la participación de Honda fue aumentando hasta el punto de absorber a la histórica casa catalana. No obstante, conservó la gama de las Cota a fin de competir contra las monturas de Trial italianas de Aprilia y Beta

Montesa Cota 304, parte de la primera gama amparada por Honda

Dado el carácter de la absorción de Montesa por parte de Honda, lo normal hubiera sido ver la completa desaparición de cualquier nombre asociado al pasado en pos de una gama con completa factura japonesa. Sin embargo, en el caso de las Montesa Cota aquello fue bien distinto. No en vano, su sólo nombre venía asociado a la mejor calidad en el mundo del Trial. Es más, como hemos visto las últimas Cota fabricadas por Montesa en solitario alcanzaron las máximas victorias internacionales.

Así las cosas, Honda decidió salvar el nombre de Cota a fin de seguir evolucionando la gama. De hecho, esto tenía todo el sentido ya que las monturas de Trial fabricadas en Japón realmente no eran demasiado buenas. Muchas veces lastradas por su excesivo peso o el comportamiento de sus motores con cuatro tiempos. Con todo ello, en 1986 se presentaron las Cota 125, 304 y 335. Las primeras fabricadas bajo la gerencia de Honda y, además, dotadas de un diseño rupturista para con la configuración clásica de aquellas motocicletas.

montesa cota 304 (1)

Con hasta tres cilindradas distintas, las Cota de 1986 fueron capaces de cubrir casi todo el mercado de las Trial presentando además una puesta al día en elementos como la suspensión trasera o los frenos

De esta manera, fueron las responsables de marcar una nueva época para las Cota en todos los sentidos, abandonando los frenos de tambor y la doble amortiguación trasera para sustituirlos por frenos de disco – en las 125 y 304 sólo en el eje delantero – y monoamortiguador. Con todo ello, Honda ponía al día a las Cota haciéndolas competitivas frente a las monturas de Trial italianas, comandadas por Aprilia y Beta sumidas en una evidente espiral de innovaciones técnicas. Respecto al chasis éste era de doble cuna cerrada. Es decir, sin cortar los tubos por la zona baja a fin de reforzar el motor con una plancha de aluminio tal y como había hecho Bultaco en sus últimas Sherpa T. Asimismo, en lo referido a la mecánica la Cota 304 incorporaba un monocilíndrico de dos tiempos – aún refrigerado por aire – con 237 centímetros cúbicos para entregar 14 CV a 5.500 revoluciones por minuto. Todo ello acoplado a un cambio con seis velocidades para, en conjunto, dejar en la básculas unos más que contenidos 86 kilos. En fin, aún habiendo ocurrido todo lo que había ocurrido en el ámbito empresarial, las Cota parecían sacar nuevo músculo bajo la dirección de Honda.

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Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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