Allá por 1993, Ducati puso en circulación la Monster y casi de inmediato, arrasó en ventas. Era la naked más vendida y así fue durante muchos años y en mayor o menor medida, comenzó a ser copiada. Por ejemplo, la Honda VT250 es claramente una Monster a la japonesa, como también lo es la Suzuki SV y por supuesto, la Cagiva Raptor. De hecho, la italiana fue diseñada por nada menos que Miguel Ángel Galluzi, la misma persona que dio forma a la Monster. Por aquel entonces, Cagiva era dueña de Ducati y de forma interna, a la Raptor se la conocía como M2 –Monster 2–. Estas siglas se pueden encontrar en una placa cerca de la pipa de dirección, a excepción de la Raptor 125.
La Cagiva Raptor replicaba, casi a dedillo, la receta de la Monster. El motor era un V2, anclado a un chasis tubular y unas suspensiones sencillas, pero solventes. Se ofreció en dos cilindradas: 650 y 1.000 centímetros cúbicos –la 125 empezó su vida comercial como Cagiva Planet, para luego pasar a denominarse Raptor 125– y se vistió con una carrocería que, como en la VTR250, recordaba irremediablemente a la Monster aunque tenía detalles propios, como un asiento diferente y unas formas del depósito que si bien, recordaban a la Monster, no era un calco exacto.
Tampoco era un calco el chasis, aunque su conducción de estructura tubular hacía recordar a su compatriota de Borgo Panigale. Sin embargo, los motores escogidos por Cagiva procedían de Suzuki, concretamente de la SV en el caso de la Cagiva Raptor 650 y de la Suzuki TL1000 en el caso de la “grande”. Esto es, se montó uno de los mejores motores de dos cilindros que había en aquel momento en el mercado. Un dos cilindros en V a 90 grados, culatas de cuatro válvulas y 996 cenímetros cúbicos, que en el caso de la Cagiva Raptor 1.000, rendía 105 CV a 8.500 revoluciones y 90,4 Nm de par a 7.000 revoluciones.
El chasis se completaba con una horquilla invertida de 43 milímetros y un monoamortiguador trasero con regulación en pregarca. Los frenos, con dos discos delanteros de 298 milímetros de diámetro, no destacaban ni por grandes ni por pequeños.
La receta era buena, y además, con ingredientes de calidad, pues el motor japonés demostró ser muy fiable. Sin embargo, se vendieron muy pocas, fue incapaz de hacer frente al poderío de la Ducati Monster y eso que estuvo en el mercado durante seis años, entre el 2000 y el 2006.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.Que la monster empezó a ser copiada para nada, Por haya en los finales de los 80 estaba la Suzuki Bandit 400 que ya tenía ese diseño, sin mencionar a la honda Hawk. La Bandit era del año 89.