Se dice que las motos streetfighter siempre han estado ahí, o casi, que eran creaciones que hacían los usuarios con motos deportivas a las que se quitaba el carenado y los semimanillares, para convertirlas en armas casi perfectas para las callejuelas de las ciudades. Y en parte tienen razón, pero en realidad, podríamos decir que las streetfighter son anteriores a las deportivas carenadas, no olvidemos que la moto es muy anterior a los carenados y ya había streetfighter en las calles antes de que aparecieran las motocicletas cubiertas.
No obstante, como decimos, eran creaciones de los usuarios, modificaciones como lo eran las Cafe Racer o como lo pueden ser también las bobber. La primera streetfighter de producción, si hacemos caso a los expertos, apareció en 1994 en Reino Unido y fue la Triumph Speed Triple. De hecho, a esta moto, un tanto olvidada por una gran cantidad de aficionados, se puede considerar una revolución, pues no había nada similar en las tiendas, no había nada tan macarra.
¿Qué tenía la Triumph Speed Triple que no tenían las demás naked? Básicamente, la Speed Triple era una Triumph Daytona 900 sin carenado y que además, por lo general, era muy común verla de color negro, toda ella de color negro, pues incluso el motor, las llantas, el chasis y el escape iban decorados en ese color –en opción había un color amarillo para los plásticos que daban forma a la carrocería–. Ese color le daba una personalidad todavía más “malota” y por supuesto, llamativa. No necesitaba formas complejas y rebuscadas, en su momento, podía ser el centro de atención allí donde estuviera. También compartía muchas cosas con el Triumph Trident, como el chasis de acero o el motor.
Aunque estuviera basada en al Daytona 900, la deportiva de Triumph, la Speed Triple no buscaba la velocidad pura, aunque eso no quiere decir que fuera lenta. También contaba con algunos cambios frente a la Daytona, como la posición de las estriberas, y cuenta con una caja de cambios con cinco relaciones en lugar de seis, que se obtiene mediante la eliminación del piñón de sexta velocidad de la transmisión original de la Daytona, al tiempo que se añade una corona de 43 dientes en lugar de los 46 que tiene la corona de la deportiva.
El corazón de la Triumph Speed Triple era el mismo que daba vida a la deportiva, pero algo descafeinado. Así, nos encontramos con un tricilíndrico revisado y modificado en algunos apartados –cilindros, alimentación, cárter–, que desplazaba 885 centímetros cúbicos y prometía 98 CV a 9.000 revoluciones y casi 80 Nm de par a 6.750 revoluciones. La alimentación corría cargo de tres carburadores Mikuni y la moto pesaba, declarados, 209 kilos en seco. Las suspensiones eran Kayaba con barras de 43 milímetros delante –una horquilla convencional multiajustable– un amortiguador regulable en precarga y extensión.
A simple vista no tenía nada de especial, ¿verdad? Cifras que se pueden considerar normales en una naked de talante deportivo, y un diseño que en los 90 era muy interesante, pero tampoco era realmente rompedor. Sin embargo, las pruebas de la época y los fanáticos de la Speed Triple la auparon hasta lo más alto entre las de su clase por su temperamento y por su personalidad, era un motor con un carácter muy marcado, que se trasladó a toda la saga de la Triumph Spee Triple, que llegó hasta nuestros días.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS