En 1995 Ducati pasó a manos de Texas Pacific Group, después de que los Castiglioni fueran incapaces de hacer despegar la compañía a pesar de haber puesto en circulación la primera entrega de la Ducati Monster y nada menos que la Ducati 916. El problema fue una mejor distribución de las inversiones y falta de catálogo, pues con una naked de marcado carácter deportivo y una deportiva radical, las cuentas, al final, no salen.
Y así pensaron desde Texas Pacific Group, pues poco después de hacerse con el control de la compañía italiana ponían en circulación una moto que hizo que todos los puristas rechinaran los dientes: una sport turismo. Sí, una moto “para viajar”, pero viajar al estilo Ducati, y eso conlleva genes racing y hacer las cosas de forma distinta a los demás. Tan distinta, que las suspensiones se tomaron directamente de la 916, así que hablamos de una turismo con mucho de deportiva.
Aquella moto era la Ducati ST2, ST por Sport Turing, una moto que iba directa a un segmento del mercado que, en aquel momento –finales de los 90–, tenía un notable incremento de usuarios. Además, Honda parecía quedarse con todo el pastel gracias a la añorada VFR, y en Ducati, o mejor dicho, los nuevos dueños de Ducati, pensaron que sería buena idea adentrarse entre las turismo de aspiraciones velocísticas con un producto 100% Ducati y 100% italiano.
Pero para el desarrollo de esta moto no se tomó una 916 y se vistió con un nuevo traje, se desarrolló un nuevo chasis que mantenía, por supuesto, las características de toda Ducati de aquel entonces. Por tanto, se trataba de un entramado tubular de acero al cromo molibdeno, rígido como solo lo son este tipo de chasis, y que daba cobijo a un propulsor igualmente típico de Ducati: un V2 a 90 grados.
En este caso, tampoco se recurría a la 916, en realidad era un motor con 944 centímetros cúbico y culatas de dos válvulas –llamado Desmodue–, que rendía 83 CV y ofrecía una curva de par más usable y menos agresiva. Era un motor más elástico que el 916 y más agradable de usar en una conducción más cotidiana, algo que cuadra más con una moto pensada para viajar –viajar rápido, pero viajar–. Como también era más lógica la posición de conducción, algo más relajada.
Por supuesto, se diseñó una carrocería que ofrecería una mayor protección contra el viento, así como un asiento corrido de buen mullido e incluso un juego de maletas rígidas.
La Ducati ST2 apareció tanto en Europa como en Estados Unidos en 1997 y en teoría, ocupaba el hueco dejado por la Ducati Paso. Se fabricó hasta el año 2004, cuando se puso en circulación la Ducati ST3, que reemplazaba a la ST y también a la ST4, una versión que, para la ocasión, sí montaba el motor de la 916.
Por cierto, la Ducati ST2 también hizo sus pinitos en el cine, con una aparición estelar de tres unidades en la película Blade II.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS