Moto del día: Revival The Six

Moto del día: Revival The Six

Una creación única en el mundo y no solo porque exista una sola unidad


Tiempo de lectura: 3 min.

La Revival The Six es, muy posiblemente, una de las motocicletas más extrañas, pero al mismo tiempo más hipnotizantes de cuantas te puedes encontrar en el mundo. Y eso que apenas es un motor con cuatro tubos, un asiento y dos ruedas. Sin embargo, su diseño, su aspecto general… tiene algo que impide dejar de mirar. ¿Serás las ruedas blancas? ¿El espectacularmente complejo tubo de escape? ¿El eje delantero por basculante monobrazo?

El mundo de la motocicleta siempre esconde cosas especiales, mucho más especiales de lo que podrías encontrar entre los coches. Y con esto no queremos decir que los coches no sean especiales, pero no hay cosas como la The Revival Six, al menos en Europa y que, además, pueda circular. Circular, por lo menos, en circuito, pues seguramente no esté homologada para circular por vías públicas, no es un trámite barato y un fabricante pequeño, por lo general, podría no tener dinero para cumplimentarlo.

Todo comenzó cuando un cliente, Bobby Haas, recibió finalmente su encargo, la bella BMW Landspeeder. En el mismo momento de tenerla en sus manos, ya tenía el siguiente proyecto en mente y una inspiración igualmente soberbia: The Majestic, un proyecto de un francés llamado Georges Roy, que dejó a muchos con la boca abierta. De hecho, esa moto fue la que llevó al equipo a decantarse por una dirección por buje, aunque antes tenían que encontrar un motor adecuado. El caso es que no querían el típico propulsor V2 que se usaban por defecto en el mundo custom, querían algo especial, y pocas cosas hay más especiales que el seis cilindros de la Honda CBX.

Revival The Six (2)

Uno de los pilares básicos del equipo de Revival, según cuentan ellos mismos, es que las motos funcionen mejor de lo que parecen, así que, aunque tenía que ser una motocicleta espectacular, tenía que funcionar sin tacha alguna y eso, cuando quieres innovar y romper esquemas, suele ser un problema.

Querían hacer una moto elegante y con clase, pero al mismo tiempo tenía que ser algo fuera de lo común y mucho más natural y “orgánica” que todas las motos con dirección por buje que hay en las carreteras. Se usó sistema CAD para el diseño, que giró siempre alrededor del seis cilindros japonés, se implementaron grandes ruedas con llantas de 28 pulgadas, el chasis se fabricó con tubo de acero con el motor como elemento portante, los basculantes se fabricaron también con tubo de acero, pero recibieron un acabado totalmente diferente y con posibilidades de regulación, colocaron los amortiguadores –Öhlins– en el centro de la moto y el escape parece el conjunto de tubos de un órgano de iglesia…

Todo se fabricó a mano, hasta los bujes y el acabado es excepcional. No obstante, a modo de curiosidad, el proyecto incluía una carrocería fabricada con fibra de carbono, pero cuando el bastidor rodante estaba completado, se cambió de opinión y se decidió dejarlo así. Y el cliente también estuvo de acuerdo una vez vio la moto tal y como querían dejarla sus creadores. Actualmente se encuentra en el Haas Moto Museum, en Dallas, Texas –Estados Unidos–.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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