La Buell M2 Cyclone, aparecida en 1998 –presentada en el 97–, jugaba con las características típicas de toda Buell, pero, para la ocasión, se apostaba por una personalidad “más naked”, algo más convencional, aunque solo por diseño, claro. El resto de la moto, es auténticamente Buell.
Erik Buell siempre tuvo una visión muy especial de la motocicleta, una visión donde las soluciones empleadas no siguen el mismo rumbo que en el resto de motos del mercado. Para Buell, la motocicleta es un mundo en sí mismo, un mundo que exige una atención especial y no mantener el paso de todos los demás. Por eso, todas las monturas de Buell Motorcycle desprenden ese carisma y esa rebosante personalidad. Y por eso, su expansión en el mercado fue más limitada que la obtenida por el resto de fabricantes; salirse del camino no siempre lleva al éxito.
Pero no importa, no es problema, porque durante un tiempo, Buell Motorcycle nos brindó motos realmente interesantes, como la Buell M2 Cyclone, con esa combinación de naked “de toda la vida” y estilo Buell irreverente, sazonado con deportividad y conducción gratificante. No era una moto especialmente práctica, el equipamiento era el justo y el confort, más propio de una moto deportiva.

Todo giraba alrededor del ya famoso motor Harley de dos cilindros refrigerado por aire, con 1.199 centímetros cúbicos, dos válvulas por cilindro, distribución por eje rey, y después de pasar por los talleres de Buell, capaz de generar 86 CV a 6.000 revoluciones y 10,50 mkg a 5.400 revoluciones –son unos 100 Nm, que no están nada mal–. El motor se encajaba en un chasis de tubos de acero, que tenía una horquilla delantera con barras de 43 milímetros de diámetro, junto a un monoamortiguador trasero con ajuste en precarga y extensión. Los frenos, como siempre, perimetral delante y convencional detrás.
Según la revista Motorcycle News, la Buell M2 Cyclone es una de las versiones más originales del concepto Buell, pero carecía de la facilidad de conducción de las rivales japonesas o de las bicilíndricas europeas. Tenía una dirección neutra, pero era sorprendentemente ágil en curvas cerradas.
Lo malo venía del cambio de marchas, absurdamente duro y poco coherente en una motocicleta como la M2 Cyclone, así como del motor, que tendía a sobrecalentarse cuando se exigía al máximo. Además, las altas vibraciones afectaban negativamente al conjunto en general, que acaba por necesitar, con el tiempo, un apriete general de todas las sujeciones.
¿Demasiados problemas o es personalidad del modelo? Habrá quien pienso lo primero y habrá, como siempre, que apueste por lo segundo. De lo que no hay duda, es de que Buell ha ido por libre desde el primer modelo que fabricó a pesar de los inconvenientes.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS