Moto del día: Suzuki GSF 1250 Bandit S (2007)

Moto del día: Suzuki GSF 1250 Bandit S (2007)

Adoptó una serie de cambios para poder superar la Euro 3


Tiempo de lectura: 3 min.

La Suzuki GSF 1250 Bandit S, hacía acto de presencia en el año 2007 como complemento a una gama que, casi desde el primer día, se había convertido en un éxito. La 1250 no sería la versión más vendida, eso estaba claro, pero la Bandit S –con semicarenado– necesitaba una versión con “motor gordo” para asentar la gama y ganar un poco más de imagen de cara a los usuarios. Por supuesto, también había que contentar a los que no tenía suficiente con el motor de 650 centímetros cúbicos y a los usuarios más viajeros y enamorados.

Suzuki supo jugar sus bazas con la saga Bandit. Generación tras generación, la bandida japonesa se ganó el favor del público a pesar de no ser ni la moto más avanzada del segmento, ni tampoco la más veloz o la más potente. Lo que ofrecía la Suzuki Bandit era equilibrio, lógica y buen funcionamiento. Básicamente, lo que se necesitaba en una motocicleta que fuera a ser usada para todo.

Por supuesto, que su objetivo fuera ser una moto versátil y usable para todo, no impedía que fuera potente, capaz en carretera y relativamente rápida. Y eso, aunque con el motor de 600 centímetros cúbicos se tenía todo eso, no tardó en aparecer la versión con motor de 1.200 centímetros cúbicos. La evolución llegó, la Bandit pasó por diferentes generaciones, pero el motor grande siempre estuvo presente y en el año 2007 apareció con muchos cambios. La Bandit 1250 S era más que una simple evolución sobre el resto de generaciones.

Suzuki Bandit 1250 S (1)

De primeras, el motor estaba refrigerado por líquido y tenía un nuevo sistema de inyección, dos cosas obligatorias para poder cumplir con la normativa Euro 3. Las prestaciones eran similares a las del 1.200 anterior, pero esos 50 centímetros cúbicos extra, junto a otros cambios, permitieron reducir consumos y emisiones sin perder prestaciones. Concretamente, el motor, de cuatro cilindros, tenía 1.255 centímetros cúbicos y culata de 16 válvulas, con lo que se lograban 74,3 kW, 101 CV, a 8.780 revoluciones, mientras que el par, con 108 Nm a 3.750 revoluciones, le daba un carácter muy amable y noble, como bien dijo la revista Motociclismo en su momento.

También se incorporaron otro tipo de cosas, como un cambio manual de seis relaciones o un ABS, aunque era un ABS sencillo, lejos de las capacidades de las motos más modernas, capaces de actuar en curva de forma inteligente.

La Bandit S con el motor de 1.250 centímetros cúbicos destacaba, como el resto de versiones, por la sencillez y la robustez. Y eso, entre otras cosas, se podía apreciar en las suspensiones, con una horquilla de tipo convencional con barras de 43 milímetros –ajustable en precarga y extensión– y un monoamortiguador que también era regulable en precarga y extensión.

En su momento, la prensa destacó su suave funcionamiento, una notable nobleza de reacciones, sobre todo al abrir el acelerador. Había que hacer algo de fuerza en curvas lentas –peso y tamaño obligan–, y las suspensiones estaban más pensadas para un “todo uso” o viajes tranquilos, que para una conducción deportiva.

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Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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