Se la conoce de diferentes formas, pero la más popular es Honda ELF y representa uno de los proyectos más interesantes y, hasta cierto punto, transgresores, de cuantos se han visto en las carreras de motos. La ELF E fue la última evolución, el final de una idea que durante 10 años buscó nuevas soluciones para el diseño de motocicletas.
El proyectó nació gracias a André Cortanze, un tipo que trabajó como ingeniero en Renault y que, entre otras cosas, fue el culpable de que la firma francesa adoptara el turbo para sus motores de Fórmula 1, tecnología que acabó por desencadenar en una de las épocas más locas de la categoría. Pero, aunque ingeniero en Renault, también era amante de las motos y como ingeniero, tenía muchas ideas que quería aplicar sobre una moto. Ideas que pudo plasmar gracias a la marca ELF, quien entonces estaba dirigida por François Guiter, antiguo militar y parte responsable del auge del deporte del motor en Francia desde los 60 hasta los 80.
Todo se puso en marcha en 1978, pero fue a partir de 1979, cuando Honda hace acto de presencia, cuando todo adopta un ritmo más acelerado y comienzan los desarrollos y cambios más importantes. Fue cuando aparció la Honda ELF E, o EFLe como parece ser que se llama oficialmente, aunque también hay quien dice que es la EFL Endurance. Honda llegó a un acuerdo para suministrar motors RSC 1000 procedentes del campeonato de resistencia, categoría donde se inscribió la ELFe.
Como la primera iteración de la idea, destacaba por unas suspensiones poco comunes en el mundillo de la moto y por un chasis casi inexistente, con el motor haciendo gran parte del trabajo –lo que creó problemas con la primera versión, cuyo motor Yamaha no era capaz de soportar el trabajo extra–. Con el motor Honda no hubo tantos problemas y la moto se demostró muy rápida, aunque los pilotos no lograban rodar con confianza sobre ella.
El motor mantenía la misma potencia que las Honda oficiales, que era de 140 CV, pero pesaba 10 kilos menos y por tanto, debería haber sido, como poco, igual de rápida, pero el mejor resultado para la honda ELF e fue un tercer puesto en las Seis horas de Mugello.
Tras el mundial de resistencia se apostó por el mundial de 500, nuevamente con Honda como suministrador de los motores –tricilíndricos de la Honda NS500–, momento en el que aparece la ELF2A.
En general, los objetivos de la moto ELF era muy claros: bajar el centro de gravedad, crear una suspensión separada de la dirección sin hundimiento, reducir el peso y eliminar el chasis. También se quería un reparto de pesos al 50%, reducir la superficie frontal para mejorar la aerodinámica, mejorar la refrigeración, facilitar el ajuste de suspensiones…
No funcionó, pues el proyecto se detuvo tiempo después y las motos sigue siendo igual que antes, aunque, obviamente, muy evolucionadas.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS