Al igual que en los primeros tiempos del automovilismo y el motociclismo, el actual panorama de transición a lo eléctrico está lleno de pequeñas e ingeniosas empresas que desarrollan su actividad por debajo de los focos mediáticos puestos en las grandes compañías. En ese sentido, especialmente en el mundo anglosajón, han aparecido diversos fabricantes que buscan ofrecer de una forma sencilla y eficaz soluciones de movilidad con propulsión eléctrica. Una actividad donde podemos encontrar modelos de lo más interesantes, aunque lastrados por la falta de un adecuado servicio postventa. Seguramente el asunto que más esté minando al Daymak Beast 2.0.
Y es que, por lo demás, este sobrio y práctico vehículo eléctrico ofrece ventajas interesantes para toda aquella persona que desee rapidez y facilidad de aparcamiento en el ámbito urbano junto a ciertas capacidades camperas para recorridos por caminos o vías de servicio. Una hibridación de diferentes usos ya vista en el ámbito de los scooter todoterreno, la cual es sumamente práctica para atajar por algunos caminos cuando deseamos realizar trayectos cortos o medios entre el centro y el área metropolitana de no pocas ciudades.
Y eso por no hablar de tener la posibilidad de embarcarse en pequeños trayectos por tierra de carácter recreativo. Uno de los usos para los que está pensado el Daymak Beast 2.0, siendo un ejemplo más en esta interesante avanzadilla de vehículos eléctricos homologados como ciclomotor que van siendo cada día más comunes en nuestro parque móvil. Además, en lo que respecta al principal reto de todo modelo con propulsión eléctrica – las baterías – el Beast 2.0 ofrece tres opciones con diferentes ciclos de carga. Uno de los puntos a los que deberemos estar más atentos según la movilidad eléctrica nos vaya llegando, de una manera u otra, a todos los compradores.
Con capacidades para ir por caminos este ciclomotor se presenta como una alternativa para la movilidad urbana sin renunciar a embarrarse esporádicamente
Daymak Beast 2.0, diferentes tipos de batería para un mismo vehículo
Al igual que en el mundo de los vehículos a combustión con las diferentes cilindradas en una misma gama, en el de los eléctricos existen diferentes opciones respecto a las baterías. De esta forma, la Daymak Beast 2.0 ofrece hasta tres opciones dentro de esta materia. Por un lado está la opción Estándar, en la cual se ofrece una batería de plomo con 80 kilómetros de autonomía. Por otro está la Deluxe, contando con baterías de litio para 60 kilómetros pero con unos 1.000 ciclos de vida. Una opción interesante teniendo en cuenta que este ciclomotor no está pensado para hacer distancias largas.
No obstante, la más desarrollada es la Ultimate. Por un lado es la que menos autonomía proporciona debido a sus tan sólo 50 kilómetros sin necesidad de recarga. Pero por otro promete hasta 20.000 ciclos de carga. Una cifra realmente espectacular cuando la pasamos a años. Ya que aún partiendo de la necesidad hipotética de recargarla todos los días nos arroja 54 años de duración. Sin duda una gran ventaja que vendría a solucionar en buena medida uno de los principales problemas de la movilidad eléctrica: la duración y desecho de las baterías.
Por lo demás, el Daymak Beast 2.0 puede llevar hasta 150 kilos de carga, siendo capaz de alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h con una potencia de 500 kW. Además, y aunque en este momento aún no se encuentra homologada, se ha desarrollado una versión con dos motores que dobla la potencia para poder superar multitud de obstáculos en sendas farragosas y embarradas con la ayuda de sus neumáticos de tacos con 53 centímetros de diámetro.
La opción Ultimate cuenta con hasta 20.000 ciclos de carga, lo cual indica que podrías cargarla entera todos los días durante al menos 54 años seguidos
En suma, en el Daymak Beast 2.0 encontramos una opción interesante para todos aquellos que deseen una especie de scooter todoterreno pero aún más pequeño y sobrio en su aspecto. Teniendo como principal virtud y desarrollo tecnológico la capacidad de ciclos de sus baterías. Respecto al precio dejamos que tú lo valores. Al fin y al cabo, en este tipo de vehículos con uso versátil y novedades tecnológicas muchas veces cuenta más el gusto o la pasión que la pura lógica financiera.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS