La década de los 70 tuvo un nombre que destacó por diversas acciones en la industria del motor en general, tanto en la industria del automóvil como en la industria de la moto: Alejandro de Tomaso. Un argentino que llegó con muchas ganas y con buenas ideas, que llegó a controlar, al mismo tiempo: Maserati, Moto Guzzi y Benelli, sin olvidar su propia compañía que llevaba su apellido. Una época de bonanza para el señor de Tomaso, aunque una época para olvidar un poco si les preguntamos a la gente de Maserati, pues la fiabilidad de los modelos de la marca cayó muchos enteros durante el reinado del argentino.
Pero dejemos a la firma del tridente a un lado y vayamos a las otras dos italianas, especialmente a Benelli, que llevó a cabo el lanzamiento de algunos modelos importantes bajo control de de Tomaso, modelos como la Benelli 500 Quattro, para muchos, la Honda CB 500 italiana. Una afirmación basada en algunos detalles, que daban la impresión de que de Tomaso había tenido una fuente de inspiración muy clara.
La Benelli 500 Quattro apareció en 1975, cuatro después de que lo hiciera la japonesa, y tenía demasiadas cosas iguales o parecidas a la CB 500. Por ejemplo, las cotas de los cilindros 56 x 50,6 milímetros– eran calcadas, sin contar, obviamente, con que hablamos de un cuatro cilindros en línea transversal como el presentado por Honda. Hoy día no sería nada del otro mundo, los motores de cuatro cilindros transversales son la base de una gran cantidad de motocicletas, pero en aquellos años y en la gama de Benelli no lo era. De hecho, incluso tenían cierto aire en cuanto a diseño.
Había más cosas que se parecían demasiado, como el hecho de montar un solo árbol de levas en culata movido por cadena central, pero también contaba con detalles propios, como una compresión más elevada –10,2:1 en lugar de 9:1– y el bloque estaba ligeramente inclinado hacia delante, al tiempo que era algo más compacto al montar el alternador de una manera diferente. El aumento de compresión permitió anunciar más potencia que la japonesa, con 55 CV a 9.800 revoluciones para la 500 Quattro italiana, aunque los carburadores Dell’Orto también ayudaron a ofrecer un poco más de potencia.
El estilo, aunque similar al mostrado por la CB 500, desprendía aura italiana, esto es, lucía algo más deportivo. Era una naked, como la Honda –aunque entonces no se les llamaba naked, que viene a ser “desnudo” en inglés–, con manillar ancho y una postura de conducción erguida, con formas algo más agresivas que las dulces curvas de la japonesa. Comparadas, la Benelli 500 Quattro parece ser más tosca, con más carácter.
La Benelli 500 Quattro se fabricó desde 1975 hasta 1979, unos años durante los cuales, recibió algunos cambios, como frenos de disco en lugar de tambores. El motor lo fabricaba Moto Guzzi en Mandelo del Lario.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS