Valerio Bianchi, Giuseppe Morri y Massimo Tamburini. Tres entusiastas de la motocicleta, pero de la motocicleta casi como arte y como pieza de alta gama, los cuales feron responsables de la aparición de Bimota –combinación de sus apellidos–, un fabricante de motocicletas hoy bajo control de Kawasaki y que siempre destacó por usar motores de otras marcas, pero con chasis propios y diseños fuera de lo normal.

Bimota fue una de las compañías más innovadoras del mundo del motociclismo, entre cuyos proyectos destaca especialmente la Bimota Tesi o bien, modelos como la Bimota DB3 Mantra o la Bimota 500 V-Due, que dio al traste con las cuentas de la empresa por culpa, entre otras cosas, de su motor “dos tiempos” con inyección. No podemos olvidarnos de la Bimota DB11 VLX, una motocicleta equipada con un motor sobrealimentado que, por lo general, es un modelo sumamente olvidado.

La Bimota DB11 VLX se basaba en el chasis de la BD7, en el cual, se montaba el propulsor V2 Testastretta de la Ducati Diavel –con 1.198 centímetros cúbicos y 163 CV a 9.500 revoluciones, más 127,4 Nm a 7.700 revoluciones– equipado con un compresor Sprintex, para hacerlo todavía más potente. Curiosamente, pocos se acuerda de que Bimota trabajó en un motor sobrealimentado, cuando se habla de estas cosas todas las miradas se dirigen a la Kawasaki H2R como si fuera la única moto de producción con un compresor volumétrico. Y en parte tienen razón, porque no se llegó a producir en serie. Se sabe, porque está publicado, que Alan Cathcart pudo probar el prototipo –se publicó en varias revistas, una de ellas Fórmulamoto–.

Alan Cathcart durante la prueba publicada en Fórmulamoto

El modelo era, básicamente, una DB11 al que le instalaron un compresor volumétrico para aumentar las prestaciones. Según los datos de la época, año 2013, se alcanzaron los 197 CV a 10.200 revoluciones y los 142 Nm de par a 9.000 revoluciones. La existencia de este prototipo fue la Ducati Panigale y la negativa de Ducati de venderle motores a Bimota antes de 2015, pues, claro está, no iba a dar alas a un rival que, seguramente, podría poner a la Panigale contras las cuerdas al tiempo que usaba su mismo corazón.

De hecho, poco después, en 2017, Bimota echaba el cierre, detenía toda su actividad, a pesar de haber recibido una inyección de capital de una compañía suiza y había presentado diferentes modelos en 2015. Toda información que se busque tiene fecha de 2013, cuando Bimota presentó la DB11 VLX en el EICMA y nada más se volvió a saber.