La BMW K1200 R Sport era una de las tres versiones que tenía la K1200 R, quizá la más deportiva de las tres, y eso ya es decir mucho, pues la saga de las K1200 ya era deportiva por sí misma. Y sí, hablamos de tres motos y no de cuatro, dejamos a un lado la versión GT, pues se diferencia bastante de las otras tres, que son básicamente la misma moto a excepción del carenado. La BMW K1200 S lleva un carenado completo, la BMW K1200 R es la versión naked –por eso la R, de roadster– y nuestra protagonista, la R Sport, luce un pequeño semicarenado con una mirada específica y sin réplica en sus hermanas.
Ese semicarenado –o carenado de faro, como lo denominan algunos– era un elemento que le daba bastante personalidad. Si la K1200 destacaba por algo, era por su diseño, con una fuerte personalidad tanto en la versión S como en la R y que, en el caso de la R Sport, se mantenía pero con rasgos propios. Por ejemplo, la forma del faro era algo más simétrica, pero solo un poco más, su asimetría, porque la tenía, era algo más sutil. Todo demás, depósito, asiento, colín, chasis, motor… Todo era un calco en las tres motos.
La K1200 R Sport estaba diseñada para una conducción rápida, aunque con una posición a los mandos algo más erguida gracias a que se montaba el manillar de la K1200 R. Es decir, básicamente, la K1200 R Sport era una R con semicarenado, un elemento que siempre mejora la vida a bordo al cubrir al piloto y evitar que el aire le pegue una soberana paliza en determinadas circunstancias.

Chasis, motor y suspensiones eran compartidos. Así, hablamos de un doble viga fabricado con aluminio sustentado por el sistema Paralever delantero y Duolever trasero. El motor era un cuatro cilindros de 1.157 centímetros cúbicos capaz de rendir 163 CV a 10.250 revoluciones y 12,70 mkg a 8.250 revoluciones, un corazón que movía con mucha soltura los 241 kilos que pesaba el conjunto.
Según la revista Motociclismo, quien, por ejemplo, le otorgó el primer puesto en el Alpen Masters 2007 en la categoría de turismo, tenía muy buenas palabras para la moto. Se quejaron de que, a sus mandos, te sentabas un poco lejos del manillar y que resultaba un poco incómoda por suspensiones y posición de conducción, pero era espectacular en el apartado dinámico, las suspensiones se podía regular gracias al sistema ESA –opcional– y el motor era todo poderío.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS