La BMW R100 RT representaba una clara apuesta por parte de la firma alemana por el mercado norteamericano. Un modelo que buscaba ahondar en los gustos de los usuarios yankees, siempre dados a vehículos muy grandes, con motores “percherones”, confortables y aptos para rodar durante larguísimas tiradas por las kilométricas carreteras norteamericanas.
BMW Motorrad siempre ha ido por libre, con motos muy particulares y soluciones propias no vistas en otros fabricantes, como el eje cardán –sí, lo usan otras marcas, pero no al nivel de BMW–, los motores bóxer o las suspensiones. El diseño, el planteamiento de sus modelos y la personalidad de los mismos, han marcado el devenir y la popularidad de la marca durante décadas. Y no lo decimos nosotros, lo dicen revistas como Solo Moto, que en el número 184, afirmaba que BMW era más una filosofía gracias a su muy definido concepto de producto.
Declaraciones que se hacían tras la prueba de la BMW R100 RT, una moto que mezclaba conceptos muy específicos, para dar forma a una propuesta que resultaba, en sí misma, muy peculiar. Se transformaba la típica BMW con motor bóxer en un modelo enfocado a los gustos norteamericanos, lo que conllevaba, por ejemplo, el montaje de un manillar muy grande, junto a un imponente carenado que le confería una imagen claramente identificable y muy propio para grandes rutas por carretera. Carenado bastante más grande que el usado en la R100 RS y que, no solo lograba una protección notable, también presentaba más resistencia.

El caso es que, como bien aclaraban en Solo Moto, las normativas yankees son muy diferentes, al menos en aquellos años, y la velocidad estaba muy restringida y muy perseguida –superar los 135 km/h podía conllevar penal de cárcel–. El objetivo de un carenado tan grande era, básicamente, la comodidad de quien conduce, al igual que su enorme asiento corrido. Además, la pantalla de la BMW R100 RT era regulable en tres posiciones.
Que fuera una motocicleta pensada para las carreteras norteamericanas, no quiere decir que fuera inadecuada para los motoristas europeos amantes de las largas tiradas sobre dos ruedas. Más bien, todo lo contrario, la BMW R100 RT presentaba una más que buena opción para los amantes de los viajes en moto gracias, por ejemplo, a los 184 km/h de velocidad punta, a la transmisión secundaria por cardán, a la posición de conducción, a la protección aerodinámica y, por supuesto, al motor, que se tomaba directamente la R100 RS.
Es decir, hablamos de dos cilindros bóxer de 980 centímetros cúbicos, compresión de 9,5:1 y alimentado por dos carburadores con estárter, que rendía 70 CV a 7.250 revoluciones y 7,7 mkg a 5.500 revoluciones. El peso en vacío era notable: 234 kilos, pero una vez en marcha, sobre todo en carreteras con un trazado abierto, no eran problema. No así cuando aparecían las curvas, cuanto más cerradas, peor, básicamente por su concepción.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS