En alguna que otra ocasión hemos hablado de vehículos de recreo americano. Muchas empresas estadounidenses con negocios ajenos a las motocicletas se dedicaron a partir de los años 50 a la creación de pequeñas motocicletas para todo tipo de usos. Y por supuesto, con el boom del golf y los carritos motorizados, también hubo quien intentó desarrollar motos pensadas para poder circular de hoyo en hoyo cómodamente, sin tener que cargar con la bolsa de palos. El Bobcat Golf Scooter es uno de los primeros ejemplos que hemos visto.
Más que el atractivo, lo que nos ha llamado la atención es el ingenioso diseño con el que fue creado. Bobcat Company era una empresa de Illinois (no confundir con Bobcat, los de las las excavadoras compactas) que a mediados de los años 50 puso a la venta un número muy limitado de unidades. Sobre un chasis de acero, albergaba bajo su curvilínea y llamativa carrocería de fibra de vidrio pintada en colores llamativos y exóticos, un motor de cuatro tiempos y aproximadamente 4 CV. A él se accedía a través de una trampilla con llave, y también al depósito de combustible.
Era una potencia más que suficiente para mover con soltura los escasos 75 kg del vehículo. La publicidad con la que se anunciaba era cuanto menos curiosa, con frases como “asciende la última colina igual de fácil que la primera”, o la mejor de todas: “capaz de hacer 75 hoyos por galón”. ¿A quién le interesa saber las millas que recorre? Lo importante es saber si puedo llegar al hoyo 18 antes de que me de un infarto de corazón (el golf es un deporte peligroso).
Las primeras unidades venían con un arranque de cuerda (como las motosierras), pero posteriormente desarrollaron una versión de arranque eléctrico con la batería ubicada bajo el asiento. Para poner el motor en marcha era tan fácil como darle a un botón situado en el lateral derecho. El acelerador no estaba en el puño sino en el pie. Si nos fijamos en las estriberas adelantadas e inclinadas, la derecha se usaba como el acelerador de un coche. El freno si estaba en el lugar tradicional, el manillar derecho y actuaba sobre un tambor. Obviamente usaba un embrague automático centrífugo que hacía innecesarios los cambios de marcha.
Llevaba otro ingenioso sistema: un caballete central automático. Mientras estabas sentado, el caballete permanecía plegado, pero en cuanto te levantabas del asiento, este bajaba y mantenía el Bobcat Golf Scooter estacionado. Cuando habíamos terminado de golpear la bola, era tan fácil como sentarse y reemprender la marcha.
Obviamente, si es un scooter para circular por un campo de golf, necesitaba dónde llevar los palos. Estos iban colocados delante del conductor, entre las piernas y el manillar, sujetos con una cinta de cuero que permitía extraer y colocar los palos sin tener que tocar la bolsa durante todo el recorrido. Aunque las ruedas eran de gran balón, llevaba pequeños muelles amortiguadores en ambos trenes para hacer más cómodo su uso.
Si no te llevabas bien con eso de conducir una motocicleta, podías pedir la versión de cuatro ruedas. Esta contaba con dos pequeñas ruedas estabilizadoras a los lados (como las de las bicicletas de los niños), permitiendo su uso de una forma más sencilla y sin miedo a caerse.
La gente de Bike-urious nos han dado a conocer la Bobcat Golf Scooter. Una unidad está a la venta por eBay, donde tenéis una extensa galería de fotos con todos los detalles. Curiosamente, el ejemplar azul a la venta es el mismo que se usó para el anuncio, donde aparecía con el actor (entre otras cosas) británico, Bob Hope. Y sí, en el anuncio hay un juego de palabras entre Hope (del verbo esperar), el apellido y el nombre Bob junto a la marca, Bobcat.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS