Desde el primer momento Hitler y su gobierno prepararon a Alemania para una economía de guerra. En ese sentido, el apoyo a la ingeniería y la automoción fue crucial. Todo ello con el objetivo puesto en una masacre expansionista donde las máquinas jugarían un papel mucho más importante que durante la Primera Guerra Mundial. Así las cosas, mientras la Luftwaffe equipaba inyección directa en sus Messerschmitt Bf 109 o ensayaba con los motores a reacción, empresas como BMW galopaban en una espiral tecnológica de excelentes motocicletas y automóviles. Un arsenal tecnológico cuyos planos fueron botín de guerra acabada la contienda. Justo el contexto donde nace la BSA Bantmam D1 de 1949.
Y es que con el gobierno nazi desarticulado en 1945 no sólo empezaron a aflorar los horrores de los campos de concentración, sino también multitud de máquinas de guerra escondidas en hangares y almacenes. El fruto de la mejor ingeniería alemana, aprovechada por los Estados Unidos para el inicio de su carrera espacial con los cohetes de las misiones Apolo. El país que más diseños nazis incautó, aunque seguido muy de cerca por el Reino Unido. No obstante, lo cierto es que mientras los americanos aplicaron tecnología aeroespacial los ingleses se beneficiaron de avances aplicados a las dos y cuatro ruedas.
Respecto a los automóviles, aún se especula bastante sobre la influencia que diversos motores BMW tuvieron en nuevos modelos ingleses de los años cuarenta y cincuenta. Respecto a las motocicletas el asunto está aún más claro, ya que la exitosa BSA Bantam de 1949 es una copia directa de la DKW RT125. Una motocicleta tan sencilla como efectiva, la cual llegó a ser muy popular en la Alemania nazi gracias a convertirse en el transporte de los correos de la Wehrmacht. Misión que cumplía con su motor monocilíndrico de dos tiempos y 123 c3. Un mecanismo más simple que el de las bicilíndricas sobrealimentadas que habían dado fama a DKW, pero al tiempo muy ajustado para el mercado sencillo y prágmatico de la Europa de postguerra.
Aunque es tenida como un icono del motociclismo inglés más popular, la BSA Bantam es producto del botín de guerra copiando los planos del diseño alemán original
BSA Bantam D1, el complemento de la Vespa en la reconstrucción de Europa
Para entender la aparición de la BSA Bantam D1 hay que tener en cuenta dos factores. El primero es que la sociedad británica de la postguerra necesitaba de una motocicleta ágil y asequible – la D1 se compraba por lo que vendrían a ser dos meses de sueldo base de la época – para realizar desplazamientos diarios en el ámbito de ciudades industrializadas donde cada vez era mayor el contraste de usos del suelo entre centro y periferia. El segundo es que la Birminghan Small Arms había crecido durante la guerra gracias a sus ventas al ejército, pero sin descuidar un plan de futuro para tiempos de paz por el cual adquirió Ariel y Sunbeam.
Dos empresas con las que se dotaba de los medios para reciclarse a fabricante masivo de motocicletas, lo cual tuvo su eclosión cuando el ejército británico le ofreció los planos de la DKW RT125 como botín de guerra. Así las cosas, BSA se puso a trabajar convencida de que la Bantam D1 cubriría el segmento intermedio entre pequeños modelos como la Vespa y las potentes cuatro tiempos que eran moneda corriente en las marcas inglesas del momento.
Una visión comercial que dio en el centro de la diana, ya que la BSA Bamtam D1 cautivó a los compradores con su fórmula de practicidad, buen precio y fácil mantenimiento. Todo ello con las prestaciones de 4 CV a 5.000 revoluciones por minuto dadas por su monocilíndrico de 123 c3. De hecho, el éxito comercial de la D1 fue de tal calibre que según se consulte una fuente u otra la cifra de unidades vendidas va desde las 500.000 hasta el millón.
Capaz de cubrir el segmento entre la Vespa y las cuatro tiempos típicamente británicas, esta motocicleta fue todo un éxito de ventas a nivel mundial
Una variabilidad que se explica por el hecho de que desde Reino Unido su fabricación se expandió a otros países en una vida comercial prolongada hasta 1971. En los Estados Unidos la fabricó Harley-Davidson, en la RDA lo hizo la estatal IFA, en Japón Yamaha y en la URSS la Moscow Motorcycle Plant. Todo ello con muy pocas variaciones respecto a la mecánica original planteada en la Alemania de los años treinta. Otra de las razones para situar a la BSA Bantam D1 como una de las motocicletas más populares y eficientes de todos los tiempos. Aunque, quizá, deberíamos decir que fue la DKW RT125. Paradojas de un conflicto bélico.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS