Pocas motos han circulado por nuestras calles como la Buell XB-12S Lightningh. Si ya de por sí, todas las Buell eran motos de lo más particular, la XB-12S se desmarcaba con un motor más grande y más capaz, pero no al estilo al que estamos acostumbrados en Europa, sino más cerca del gusto norteamericano por las grandes dosis de par. Una obsesión que se puede encontrar tanto en el mundillo de los coches, como entre las motocicletas.
Las motos de Erik Buell tenían una personalidad sin igual en todo el mercado, gracias a su diseño y a sus soluciones. Por ejemplo, las Buell, y la XB-12S no es una excepción, siempre serán recordadas por el freno delantero de tipo perimetral con la pinza colocada en el interior del disco, o por su transmisión secundaria por correa. ¿Y qué decir de su cortísima distancia entre ejes? Características típicas de cualquier motocicleta de Buell, como su motor.
Encajado en un doble viga fabricado con aluminio, que además escondía el depósito de gasolina –y se fabricaba en Italia por la empresa Verlicchi–, había un dos cilindros refrigerado por aire de origen Harley-Davidson, que suponía uno de los elementos que más carácter y personalidad otorgaba a toda moto de Buell. En el caso de la XB-12S era un motor de 1.203 centímetros cúbicos que, como todo propulsor Harley, tenía una carrera de pistones muy larga –96,9 milímetros, frente a un diámetro de 88,9 milímetros, que rendía 100 CV a 6.600 revoluciones y 11,2 mkg a 6.000 revoluciones, unos 100 Nm de par.
Pocas motos había que se pudieran medir en personalidad con la Buell XB-12S, se salía totalmente de lo convencional
Además, el motor contaba con inyección electrónica y una válvulas que controlaba el paso de los gases en función del régimen de giro. Eso permitía que la presión de retorno disminuyera y fuera más sencillo ganar régimen de giro, pero no camuflaba su tendencia, como decían algunos probadores en la época –allá por 2003/2004–, a dar coces a bajas revoluciones. Era una forma de decir que era un motor un poco tosco, que ganaba finura según subía de revoluciones. También era un propulsor muy ruidoso, aunque conociendo su origen Harley-Davidson es entendible; a los yankees les encanta el show, son auténticos especialistas, y lo aplican a todo, incluso a los motores de sus motos.
La revista Solomoto 30, en el número 262 –diciembre de 2004–, publicó una comparativa de cinco naked bicilíndricas entre las que se encontraba la Buell XB-12S Lightningh, y entre otras cosas, se decía que dada su peculiar geometría, era recomendable frenar con la moto recta, pues al frenar con ella inclinada mostraba tendencia a salirse hacia el exterior. Además, también era difícil corregir un pequeño error una vez metida en la curva, aunque podía mantener un ritmo mucho más rápido del que parecía a simple vista.
Erik Buell siempre decía que sus motos buscaban la deportividad, las sensaciones sport, sin entrar en la lucha de potencias que se podía encontrar en algunas marcas y al parecer lo conseguía, aunque con un tacto y un comportamiento bastante personales. Sin embargo, aunque ofrecía sensaciones sport, no aceptaba de buen grado una conducción deportiva, pues el cambio era lento y el selector tenía mucho recorrido, su configuración general era bastante peculiar y su motor, aunque anunciaba 100 CV, no llegaba a 90 CV según los registros obtenidos por la mencionada revista.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS