La moto de hoy es una de esas que nada más verla no parece de 125. Recuerda a las motos de gran cilindrada, pues se trata de un homenaje a una moto de carreras. Tanto es así, que fue la primera moto de Valentino Rossi. Estamos hablando de la Cagiva Mito SP525, una serie especial de la Cagiva Mito que homenajea a la Cagiva GP500 que compitió en el mundial de 500 cm3.
La Cagiva Mito nació en 1989, y a lo largo de sus años ha ido modificándose con diferentes versiones y modelos. En 1994 recibió un rediseño completo realizado por Massimo Tamburini, así que no es de extrañar que la nueva Cagiva Mito se pareciera mucho a la Ducati 916, pues las dos habían salido de las manos del mismo diseñador.
En el salón EICMA de Milán de 2005, Cagiva presentó el modelo de hoy, la Cagiva Mito SP525, como homenaje a la moto que compitió en el campeonato del mundo, la GP500. Para reducir peso eliminaron todo lo innecesario, como velocímetro, luces y espejos, por lo que no era posible que rodase por la carretera, al no poder homologarse.
Para solucionarlo, en 2008 lanzaron la versión de calle que traemos hoy y estuvo en venta hasta 2009, con un frontal y trasera que intentan emular a aquel modelo de competición C594. Si la vemos de pasada, nos recuerda muchísimo a la Ducati 916, no solo por su color, sino por la disposición de sus luces frontales, su afilado diseño, o la disposición de la grafía del modelo, casi calcado a la Ducati.
El motor era un monocilíndrico de 125,6 cm3 refrigerado por líquido, que producía 25,4 CV y 23 Nm de par. Introdujo varias novedades, como el nuevo sistema de carburación electrónica llamado ECS, desarrollado junto a Dell’Orto, permitiendo a la moto homologarse como Euro 3.
Disponía una caja de seis marchas, medía 1.980 mm de longitud, con el asiento a 760 mm del suelo, y pesaba 129 kg. Calzaba neumáticos de 110/70-17 delante, junto con un disco de 320 mm y pinza de cuatro pistones, y 150/60-17 detrás, con un disco de 230 mm y pinza de dos pistones.
Se podía comprar en aquella época por unos 5.000 euros, que no es poco, pero a cambio te llevabas una moto deportiva de 125, que nada tenía que envidiar a sus rivales, aparte de disponer de un diseño muy conseguido, que emulaba a motos mayores como la Ducati 916.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.La última 125 2T “auténtica”, en su día me sorprendió que consiguieran homologar una 2T tal y como se estaba poniendo ya el tema de emisiones, aunque una de las consecuencias fue sacrificar potencia respecto a sus antecesoras, su estética me parece brutal, por otra parte es normal al guardar una gran similitud con la C594, ojalá MV AGUSTA vuelva relanzar a esta mítica marca.
Sin duda su diseño es espectacular, como una Ducati en miniatura. ¿Que Cagiva pueda resurgir? Lo veo complicado, aunque si lo hace tendrá que ser ya con baterías, me temo.