La motocicleta más rápida del mundo, así se presentaba la Dodge Tomahawk. Equipada con 4 ruedas y un motor proveniente de un Dodge Viper no parece ser una afirmación tan descarada… aunque tiene algo de truco. Originalmente se reveló en el Salón Internacional del Automóvil de Detroit de 2003 y, desde luego, no deja indiferente a nadie con un cohete en la entrepierna de diez cilindros y 8.3 litros. Vamos, más de 500 CV y par motor suficiente para arrancar el asfalto. ¿El precio? Unos 200.000 euros. Dado que solo se construyeron nueve unidades, es un modelo extremadamente exclusivo, como la MTT Y2K.
Los datos oficiales afirmaban una velocidad punta de 675 km/h y un 0 a 100 km/h en tan solo 2,5 segundos. Sobre el papel está bien, pero la realidad es bien distinta. La física siempre se encuentra entre nosotros y no se han registrado nunca esos datos en la carretera. Podríamos pensar que esta moto solo puede ir en línea recta, pero nada más lejos de la realidad. Las cuatros ruedas funcionan de manera independiente con su propia suspensión y, con un peso de 680 kilos, no la hace tan torpe como cabría esperar en un primer momento. Eso sí, cualquiera la levanta si la moto se cae al suelo.
A su lado, cualquier motor del mundo peca de microdownsizing
Una de las consecuencias de montar un motor tan grande, aparte del espacio y el peso, es que consume muchísimo zumo de dinosaurio. Con un tanque de combustible de 12 litros los repostajes serían bastante habituales, pero un depósito más grande impediría manejar la moto y estropearía el diseño. Un diseño realizado por Mark Walters con una inspiración “Art Deco”, de formas largas, cuadradas y ostentosas que combinan a la perfección con las terminaciones en aluminio pulido y cromo. Y es que esta moto no se fabricó con el objetivo de ser conducida, sino de ser admirada. Pero como por suerte es funcional, aquí os dejo un vídeo donde se la ve pasear con su “hermano donante”.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS