Al menos para un grueso importante de aficionados, hablar de Mototrans es poner el foco en monturas tan especiales como la 350 Vento o la 500 Twin. Siempre con base Ducati, pero al tiempo adaptadas a los esquemas del mercado español gozando de una gran libertad de diseño respecto a la central en Italia. Algo especialmente visible en la 24 Horas, responsable de conmemorar los múltiples éxitos logrados por la marca en la icónica carrera de resistencia celebrada en Montjuïc. No obstante, más allá de la deportividad la asociación entre Mototrans y Ducati produjo no pocos ciclomotores desde los primeros Cucciolo hasta el Cross 50 de 1977. Último en incorporar motor italiano antes de usar, para las cilindradas más escuetas, las mecánicas alemanas de Zündapp. Una amplia historia en la que se enmarca el Ducati 50 TT de 1969.
Un modelo realmente icónico, pues cuenta con ser el primer ciclomotor de campo producido en España. Ahora, ¿por qué esto fue tan importante? Pues bien, no sólo por el fetichismo de ser el primero en un segmento – algo muy querido entre no pocos coleccionistas amantes de la fecha y la primera serie – , sino también por ser una de las monturas fundamentales a la hora de evidenciar un importante cambio de rumbo en la industria motociclista española. Dicho esto, lo mejor será ir por partes. Para empezar, la llegada del 600 en 1957 cambió radicalmente la faz del parque móvil al tiempo que las nuevas clases medias aumentaban su capacidad de consumo. Así las cosas, las tan comunes motocicletas turismo con cuarto de litro se vieron rebasadas por la popularización del automóvil.
Es decir, la motocicleta empezaba a quedar arrinconada a nichos relativos al mundo de las scooter, las deportivas – en el caso español especialmente si hablamos de usos Off-Road – y los ciclomotores beneficiados por sus exenciones fiscales y posibilidad de ser conducidos desde los 16 años. Además, según avanzaban los años sesenta cada vez eran más las familias capaces de aumentar su nivel de gasto hasta el punto de permitirse la compra de monturas recreacionales para los más jóvenes de la casa. La situación perfecta para que apareciesen los ciclomotores de campo, dando alas a todos aquellos jóvenes deseosos de imitar a sus ídolos en el Trial o el Motocross.
A finales de los sesenta el auge económico permitió la aparición de monturas recreacionales incluso para los más jóvenes, de esta manera nacieron los ciclomotores camperos de cara a satisfacer las ansias deportivas de no pocos adolescentes seducidos por el Motocross
Ducati 50 TT, el primero de los ciclomotores camperos en España
Conscientes del filón representado por el público más joven, los fabricantes radicados en la Península Ibérica se lanzaron a una carrera deportiva donde los anodinos modelos con menos de 50 centímetros cúbicos se transformaban en vibrantes máquinas listas para la diversión. Ahora, ¿cuánto había de transformación mecánica en ésto? Bueno, la verdad es que poco. De hecho, al igual que había ocurrido con las primeras motocicletas de Cross derivadas de modelos turismo – véase las Impala Cross y Brío Cross – , estos ciclomotores camperos eran, básicamente, derivados de los de calle y asfalto.
Eso sí, el recorrido de las suspensiones aumentaba al tiempo que la incorporación de guardabarros especiales y un manillar más amplio otorgaban un aspecto más agresivo. Poco a poco complementado con detalles como la chapa de protección situada bajo el motor o la puesta en alto del tubo de escape. Todo ello a fin de entrar en zonas escarpadas con más confianza. Además, dado que estamos ante monturas de iniciación enfocadas a la adolescencia, no tenía sentido crear diseños verdaderamente especializados y, por tanto, prohibitivos en materia de precios.
Así las cosas, los primeros ciclomotores camperos solían tomar prestadas de las versiones de asfalto las más de sus piezas. Un hecho también visible en el Ducati 50 TT fabricado en España por Mototrans. No en vano, éste derivaba de la gama 50 SL. Una serie de ciclomotores deportivos presentados en la Italia de 1966, luciendo un aspecto ágil y deportivo gracias a su escueto chasis de doble cuna y su motor dos tiempos con 4,2 CV a 8.600 revoluciones por minuto alimentado por un carburador Dell’Orto. Rematados, por cierto, con un cambio de cuatro velocidades nada común en los sencillos ciclomotores urbanos del momento.
Cuando se lanzó en 1969 en España fabricado por Mototrans, el ciclomotor Ducati 50 TT abrió la veda para una de las modas a dos ruedas más importantes de los años setenta
A partir de aquí, en 1969 se presentó la Ducati 50 TT con muchos elementos en común aunque con una marcha menos. De todos modos, lo importante es cómo se prestó atención a la fiabilidad; en franco contraste con lo interpretado por algunas Ducati-Mototrans de carretera durante los años setenta. Sea como fuese, lo cierto es que este ciclomotor campero abrió el camino en España a todo un segmento que, en tan sólo unos años, completó su oferta con los Puch Minicross, Derbi Cross, Montesa Fura, Lambretta Trepador o Gimson Canigó TT. Una verdadera escuela de conducción y mecánica para no pocos aficionados que, en los primeros años setenta, atronaban las siestas veraniegas con sus ciclomotores de Cross.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS