Hoy en día Ducati es una de las referencias para el motociclismo deportivo. Sin embargo, eso no fue así desde el comienzo. Fundada en 1925, antes de la Segunda Guerra Mundial fabricó radios domésticas y aparatos de retransmisión para después de la contienda empezar su aventura motociclista gracias a un pequeño motor aplicable a bicicletas. De esta manera, las primeras creaciones sobre dos ruedas firmadas por la marca abanderaron más la practicidad y la economía que la potencia y la deportividad. Algo perfectamente visto en la Ducati 60 de 1949.
Según la propia casa italiana su primera motocicleta como tal, portando al fin un cuadro diferenciado del de las bicicletas gracias al trabajo de Gian Luigi Capellino. Uno de los nombres clave en la historia de Ducati. No en vano, Capellino fue el primer diseñador de marcos para la marca. Un autodidacta convencido que tras trabajar durante el periodo de entreguerras en la Shell de Génova se lanzó a diseñar y construir cuadros de bicicleta capaces de incluir amortiguación por resorte. Un avance enorme para aquel momento, ya que dar pedales era para muchos italianos empobrecidos la única manera de transportarse.
De hecho, tras perder por la contienda mundial su empleo en la Shell, el propio Capellino se veía forzado a recorrer distancias de casi 200 kilómetros sobre la bicicleta para poder ver regularmente a su familia. Un reto físico al que había que sumar el terrible estado del firme en las carreteras, motivo por el cual se lanzó a construir esos cuadros con amortiguación que incluso llegó a vender en pequeñas series después de la Segunda Guerra Mundial. Así las cosas, su trabajo llamó la atención de SIATA y posteriormente de Ducati. La cual hizo de los diseños de de Capellino la base para la Ducati 60.
La Ducati 60 debe mucho al mundo de las bicicletas motorizadas, pero el chasis de Capellino – con sus novedosas suspensiones – fue la base para ser la primera motocicleta de Ducati como tal
Ducati 60, la primera motocicleta de la marca italiana
Con el primer chasis claramente diferenciado del de una bicicleta, la Ducati 60 ya puede considerarse toda una motocicleta y no sólo una bicicleta adaptada a la motorización. De esta forma, empezaba la historia de Ducati en el motociclismo, la cual venía trabajando desde tiempo atrás con el motor Cucciolo. Un ingenio monocilíndrico ideado por SIATA en 1945, pero que en manos de Ducati llegó a contar con múltiples evoluciones culminadas con la versión deportiva de la Ducati 60.
Dotada de 65 cm3 y dos juegos de amortiguadores telescópicos para marcar los inicios de la marca en la competición. No obstante, en el caso de la adaptación que se hizo a la Ducati 60 de 1949 sin veleidades en circuito, el motor Cucciolo se adaptó a una cilindrada de 59.5 cm3 para entregar 2 CV a 4.500 revoluciones por minuto. Si a eso le sumamos un peso de tan sólo 45 kilos todo redunda en una máxima prudente de 60 kms / hora pero también en la capacidad de recorrer hasta 100 kilómetros con tan sólo un litro de gasolina.
Todo un hito para la Italia del momento, la cual necesitaba de motocicletas sencillas, efectivas y económicas si quería proporcionar acceso a la movilidad a una población aún muy empobrecida por la postguerra. De hecho, la Ducati 60 fue todo un acierto en ese sentido. No sólo por su consumo sino también porque su bajo peso hacía que fuera fácilmente manejada por las mujeres, abriendo un nuevo nicho de mercado en el que Ducati insistió con publicidad acorde.
Ligera y fácil de manejar la Ducati 60 fue un éxito de ventas del cual también fue responsable el escaso consumo que tenía, con apenas un litro cada 100 kilómetros
Además, al pesar tan poco la Ducati 60 se podía subir a la casa cual si fuera una bicicleta. Al menos entre dos personas. Evitando así los frecuentes robos de motocicletas aparcadas en la calle. De esta forma se culminaban una larga serie de ventajas entre las que destacaba el tener al fin una base de motocicleta con chasis diseñado para tal efecto. Así las cosas podemos definir a la Ducati 60 no sólo como una de las mejores motocicletas de Ducati a nivel de inversión / ventas, sino también como la primera y por tanto piedra fundacional del resto. Sin duda un gran modelo.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS