La Ducati 748R era la forma que tenía la marca italiana de asaltar el Mundial de Supersport. Una forma, todo sea dicho, bastante radical y que se colocaba como la versión más racing y “de circuito” de la 748, una gama que estaba formada por tres variantes: la Ducati 748, la Ducati 748S y la Ducati 748R.
Dos cilindros en V a 90 grados, distribución desmodrómica, un chasis de tubos extremadamente rígido, una posición de conducción casi de competición, suspensiones carísimas y duras como piedras… La Ducati 748R no entendía de compromisos y solo tenía como objetivo la máxima deportividad, no en balde, era una moto “de homologación”. Y no era precisamente barata: 2.382.000 pesetas, 14.316 euros de 2003.
La puesta es escena de esta versión venía provocada por una clara situación: Ducati había perdido el Mundial de Supersport el año anterior y, mediante una clara inspiración en la Ducati 996, apostaban el todo por el todo y según unas declaraciones de Andrea Bordi, uno de los ingenieros de Ducati, a la revista Solo Moto, las modificaciones fueron muchas. Por un lado, se aplicaron todas las modificaciones que se hicieron al moto de Superbike, como conductos más cortos para admisión, se cambiaron de posición los inyectores para mejorar el rendimiento volumétrico, la caja de admisión tenía más volumen y las válvulas eran de mayor diámetro. El diagrama de distribución también era específico.

El chasis de tubos era multirregulable. Bueno, no el chasis en sí, se podían regular las cotas de la dirección –en ángulo– y se podía desmontar el subchasis traseros, mientras que las suspensiones, suministradas por Showa –horquilla con barras de 43 milímetros– se podía regular en todos sus parámetros y entre otras cosas, tenían tratamiento antifricción. Las llantas, de origen Marchesini, era muy ligeras y pesaban 500 gramos menos que las usadas por el resto de la gama –fabricadas por Brembo–.
Con respecto al motor, como cabría esperar, el talante era racing, básicamente racing. El dos cilindros en L tenía 748 centímetros cúbicos –cotas muy radicales: 88 por 61,5 milímetros para diámetro y carrera–, cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica, una compresión de 11,5:1 y nada menos que 106 CV a 11.000 revoluciones, junto a 7,7 mkg a 9.000 revoluciones.
La revista Solo Moto, antes mencionada, probó la Ducati 748R en el circuito de Misano, en Italia y entre otras cosas, se destacó la muy alta estabilidad, sobre todo del eje delantero, así como una notable sensación de neutralidad. El aplomo y le paso por curva se podian considerar una referencia en el segmento –que no es poca cosa, ojo–, pero costaba moverla de un lado a otro y cambiar de dirección. La 748R era una moto para trazados amplios donde seguirla era todo un desafío, pero que se encontraba más torpe en zonas con curvas muy cerradas
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS