La Ducati Streetfighter S era una de las nked más radicales que se podían comprar en la primera década de los 2000. Era casi una superbike sin carenado, tanto por posición de conducción, diseño o prestaciones, aunque también es justo mencionar que en Ducati, por lo general, no saben hacer motos sin imprimir un fuerte carácter deportivo. Para unos, es una forma de trabajar genial, para otros, motivo para nunca comprarse una Ducati.
Hay otra cosa que afectaba de forma directa a la Streetfighter. Cuando se habla de Ducati y de motos sin carenado, todo el mundo piensa en Monster. Y lógico, la naked de la marca siempre ha sido la Monster, así que la marca tuvo que trabajar en darle una personalidad muy marcada y diferenciadora con respecto a la Monster. De hecho, su denominación ya deja claras muchas cosas.
Las motos streetgither son una rama dentro del mundo del tuning y la personalición. Básicamente, la streetfighter es una moto deportiva, la cual ha perdido el carenado, se ha cambiado la posición de conducción con un manillar nuevo, se recorta el colín, se cambia el planto para ganar velocidad… Son deportivas para arrasar por las calles de la urbe y en los puertos de montaña más estrechos y ratoneros. Y es ahí donde la Ducati Streetfighter S más hincapié hace, en arrasar en zonas estrechas, con muchas curvas y con aceleraciones bestiales.

Para empezar, comparte muchas cosas con la Ducati 1098, como el motor, el Testastretta Evoluzione de 1.099 centímetros cúbicos capaz de rendir 155 CV y 121 Nm de par. Gestionado, por supuesto, por un cambio de seis relaciones y un chasis tubular característico de Ducati. O al menos lo era en aquellos años, cuando Ducato no hacía otra cosa que chasis de tubos.
Chasis que se acompañaba de suspensiones Öhlins “de las caras”, así como mucha ficha de carbono, aunque lo más interesante era la carga tecnología –tenía hasta control de tracción– y como se podía afrontar cualquier curva a sus mandos. La moto tiene carácter, es algo respondona en ciudad y el embrague está un poco duro, mientras que la posición de conducción machaca las muñecas si circulas mucho tiempo sobre ella. Pero todo cambia cuando sales a lugares algo más abiertos, como una carretera secundaria con muchas curvas o un buen puerto de montaña.
Es ahí donde la Ducati Streetfighter S mejor se encuentra. La frenada, según la revista Motociclismo, es brutal, tiene un aplomo altísimo, es muy ágil y el motor empuja con rabia desde apenas las 3.000 revoluciones, con un cambio de personalidad claramente marcado a partir de 6.000 revoluciones.
La Ducati Streetfighter S no es una motocicleta para principiantes, tampoco es una moto para todos los usuarios, pues el precio supera los 20.000 euros.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS