La EGLI-Laverda SF 750 es una auténtica rara avis. Solo se fabricaron 25 unidades entre 1970 y 1974, todas basadas en la Laverda SF 750, pero mucho más eficaces, rápidas y fáciles de conducir que la original. Una de esas ocasiones en las que un especialista externo, es capaz de enseñarle a un “gran fabricante” experimentado como hacer las cosas.
Corría la década de los 60, y un suizo llamado Fritz Walter Egli, fanático de la presión, desarrolló un chasis con tubo de acero de alta precisión y niquelado. Se basó en una Vincent Black Shadow y surgió porque, según llegó adecir el propio Fritz en un momento dado, estaba cansado de competir en subidas con motores relativamente potentes, pero chasis insostenibles.
Entre sus creaciones, estaba el diseño de una horquilla telescópica, la cual tenía dos ejes de conexión adicionales. La montaba en todas sus creaciones, en busca de una mejor estabilidad de la rueda delantera, y es uno de los elementos que más destacan en la EGLI-Laverda SF 750. Eso y su peculiar carrocería, claro. No obstante, centrarse solo en eso, haría pasar por alto otros detalles de la moto que no deberían dejarse a un lado, como el chasis. De hecho, actualmente hay especialistas que fabrican réplicas de los chasis EGLI para todo tipo de motos, pues el señor Fritz trabajó en más de 30 tipos de motos diferentes –aunque, sobre todo, con Honda y Kawasaki–.

Mucho más ligero, pero también mucho más rígido y eficaz, el chasis EGLI, que tenía el motor colgando –también hacía funciones estructurales– se vestía con una nueva carrocería que incluía una cúpula frontal, depósito y conjunto asiento-colín. Es fácil confundir algunas creaciones de EGLI porque sus diseños estéticos era muy parecidos entre sí, hay que fijarse en el motor para poder reconocer la base sobre la que se ha trabajado.
El motor se mantenía intacto, y por ello, la EGLI-Laverda SF 750 muestra sin tapujos un dos cilindros en paralelo con 744 centímetros cúbicos 70 CV a 7.500 revoluciones y un talante puramente italiano. Este motor tuvo bastante éxito en su época durante los primeros años de producción y tuvo, también, sus días de gloria con las Laverda 750 SFC.
A día de hoy, una EGLI-Laverda SF 750 puede alcanzar los 40.000 euros en un buen especialista, se puede decir que no son especialmente caras si tenemos en cuenta que solo se hicieron 25 ejemplares y no sabemos cuantos han sobrevivido. La tendencia de convertir casi cualquier moto vieja en una Cafe Racer, afecta especialmente a las Laverda de los 70 y, ¿quién sabe? Lo mismo han mandado al olvido alguna unidad…
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS