La Harley-Davidson Low Rider S tuvo dos vidas. Primero, apareció en 2016 sobre la base de las desapareceridas Dyna y después, en 2020, volvió al mercado pero sobre la base de las Softail. Y en ambas ocasiones adoptaba la misma esencia: una custom básica, que sirva como punto de partida para las típicas personalizaciones que se llevan a cabo en el segmento. Obviamente, ese no quiere decir que no se pudiera mantener de origen, cuya personalidad tenía bastante fuerza como para encandilar a muchos usuarios.
Harley-Davidson, aunque muchos piensen lo contrario, tiene en su catálogo motos “de altas prestaciones”. Son deportivas al estilo custom, pero aun así, deportivas. Quizá deberíamos decir deportivas al estilo yankee, pues algunas Harley, como la Low Rider S, tiene una destacada personalidad dragster. El motor, por ejemplo, es uno de los principales protagonistas en dicha personalidad, pues era el Screamin’ Eagle Twin Cam 110, propulsor, por cierto, que se estrenó con las versiones CVO y se retiró de la producción en el año 2017.
El Motor Screamin’ Eagle Twin Cam 110, era una evolución del Twin Cam 110 que la marca puso en circulación en 2007. Aquel motor ya supuso un notable paso al frente de la firma norteamericana y con el Screamin’ Eagle se iba un poco más allá. El número 110 hacía mención al desplazamiento en pulgadas cúbicas, que en centímetros cúbicos era 1.801 centímetros cúbicos, el propulsor más grande que tenía Harley en aquellos años –y que, en general, se consideraba enorme–. De hecho, como ejemplo, los pistones tenían 101,6 milímetros de diámetro y 111,1 milímetros de carrera, al tiempo que, por ejemplo, la compresión era de 9,2;1, se recurría a la inyección electrónica para la alimentación, a la refrigeración por aire. Rendía 80 CV entre 4.700 y 5.400 revoluciones y nada menos que 156 Nm de par a 3.750 revoluciones.

Junto al motor, rebosante de par como se puede comprobar en los datos, se montaban cosas como unas suspensiones de notable calidad. La horquilla era de tipo cartucho –la marca la llamaba Premium Ride– y los amortiguadores traseros –dos, como en todas las Harley Dyna– eran de tipo por emulsión con carga de gas. Los frenos merecían ese nombre, con tres discos –los delanteros de tipo flotante– y ABS. Como curiosidad, también equipada acelerador electrónico y control de velocidad, porque, a pesar de buscar el clasicismo custom, no es necesario prescindir del equipamiento.
La revista Motociclismo destacó en su momento la enorme pegada de su motor, pero también la suavidad general, pues el enorme bicilíndrico estaba montado sobre soportes elásticos. La caja de cambios “Cruiser Drive” de seis relaciones también contribuía a la suavidad general y a exprimir los 156 Nm de par.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS