La Harley-Davidson Softail Springer –o Harley-Davidson FXSTS Springer Softail– es uno de los modelos con más personalidad de todo el catálogo de la marca. Afirmar algo así, con una marca como Harley, puede ser arriesgado, los harlystas son algo, en ocasiones, algo radicales, pero ni siquiera ellos podrán negar que la Springer Softail tiene algo que las demás Harley no tienen.
Sí, evidentemente, todo gira alrededor de su horquilla, un sistema que nada tiene que ver con la clásica horquilla telescópica y que, actualmente, solo emplea Harley-Davidson. Su diseño data de hace muchas décadas y no es un sistema adecuado para pilotar muy rápido, sino para una conducción suave y tranquila, lo que casa a la perfección con la personalidad de cualquier Harley-Davidson.
La combinación del chasis softail –amortiguador oculto para simular un chasis rígido– y la horquilla Springer, daba como resultado una motocicleta de aspecto muy clásico, pero también muy gamberro, ya que ofrece una estampa muy cercana a la que se puede encontrar con las típicas chopper: un ángulo de avance muy marcado y mucho lanzamiento, llanta de 21 pulgadas muy estrecha, manillar alto…
Sin embargo, allá por los años 80, Harley-Davidson aprovechó el aspecto clásico de la Springer, pero combinado con tecnología moderna. Para el diseño de la horquilla se empleó mucho estudio informático y mucho estudio de materiales, al tiempo que se empleaba sistemas CAD para completar el diseño de todo el eje delantero. El objetivo, como cabría esperar, es ofrecer el mejor tacto posible, pero con un comportamiento especial y único, solo al alcance de este tipo de sistemas.
Todo lo demás era, básicamente, una Softail, con todo lo bueno y lo malo que pueda tener esa característica. Lo mejor de la moto, junto a su interesante eje delantero, era el motor, el bicilíndrico a 45 grados de 1.340 centímetros cúbicos y carrera superlarga –88,8 milímetros de diámetro y 108 milímetros para la carrera de los pistones–, cuyo sistema de distribución eran tan clásico como la propia horquilla, pues era mediante varillas y balancines.
Harley, a finales de los 80, anunciaba sus motos con un eslogan que decía for no logical reasons, traducido, literalmente como “sin razones lógicas”, un eslogan que les va como anillo al dedo pues, desde siempre, las motos de Milwaukee han representado una forma diferente y la Softail Springer es un claro ejemplo de ello.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS