La Harley-Davidson Sportster Iron 1200 era una versión casi obligada. La Iron 883 era una de las Sportster más vendidas y famosas, no tenía sentido desaprovechar esa coyuntura con una opción con un motor más grande y más poderoso. Y esa es la palabra: poderoso, pues todos sabemos que un motor más grande en Harley no significa mucha más potencia, pero sin que significa mucho par.

Así, la Iron 1200 se presentaba como cabría esperar, con el motor Evolution, el dos cilindros de 1.202 centímetros cúbicos y características tradicionales de Harley, como su refrigeración por aire, un ángulo entre cilindros de 45 grados, dos válvulas por cilindro y una larga carrera para los pistones de 96,8 milímetros –el diámetro es de 88,9 milímetros–.

Las cifras de este propulsor no son nada prestacionales, no es su objetivo. La potencia es de 67 CV a 6.000 revoluciones y el par es de 98 Nm a 3.500 revoluciones, más que suficiente para mover los 256 kilos que pesa la Sportster Iron 1200 en quinta a 50 km/h. Y aun así, aun sin ofrecer una potencia desmedida, la relación peso-potencia es de alrededor de cuatro caballos por kilo.

No obstante, aunque lleva el nombre Iron, la 1200 no era tan macarra ni tan oscura como la Iron 883, contaba con sus propios detalles. Por ejemplo, el manillar abandona su posición baja y plana y toma la forma de un Mini Ape –también se les llama “semi cuelgamonos”–, un cambio que modifica notablemente la posición de conducción y gran parte del carácter de la moto. El asiento mantenía su condición de monoplaza, pero tiene un aspecto y una forma diferente.

La Iron 883 tenía un talante algo más deportivo –deportividad al estilo Harley, claro–, incluso algo más individualista, mientras que la Harley Sportster 1200 Iron se acerca más al estilo chopper, aunque con los reposapiés en una posición centrada como la 883. Es indiscutibles que, aunque hermanas de gama y de nombre, no tienen el mismo aura. La simple presencia de una pequeña máscara para el faro es una de las mejores muestras.

Ese aura fue una característica que destacaron algunas revistas norteamericanas, donde Harley-Davidson es una auténtica institución. De primeras, algunos probadores afirmaron que era una versión extraña del nombre Iron, pero su temática setentera resultaba interesante y atrayente. Divertida de conducir, aunque siempre dentro de lo que se espera de una moto como esta, cuya horquilla delantera de tipo convencional tiene barras de un diámetro muy reducido, pero mucho lanzamiento y mucho avance –30 grados de lanzamiento y un avance de 117 milímetros–.

No obstante, que sea un Harley con inspiración años 70, no quiere decir que realmente fuera una moto de los 70. Contaba, por ejemplo, con la posibilidad de montar ABS y disponía de una instrumentación sobre el manillar, detrás de la máscara del faro, cuyo aspecto era muy clásico, pero escondía una pantalla configurable donde se podía mostrar revoluciones y marcha engranada.