La Honda CBX V12 no es una moto de serie. Su apellido “V12” ya nos hace pensar en algo hecho a medida, como finalmente es. Para su creador, Andreas Georgeades, las motos del mercado le parecen insuficientes para colmar su sed de potencia, por lo que se dedica a modificarlas hasta conseguir lo que desea.
Andreas es un sudafricano apasionado de las motos. Fue ex-piloto y corrió con su Matchless 500 en la Isla de Man en 1964. También corrió algunas carreras GP de 500 cm3 en Europa, así como en Estados Unidos. También corrió y ganó en Canadá con una moto propulsada por el motor de un Honda Z600 -un pequeño keicar con 36 CV de potencia-, convertido a refrigeración por aire.
La moto de hoy parte del motor de la Honda CBX 1000, un seis cilindros en línea montado transversalmente con 1.047 cm3 de cilindrada, 24 válvulas y 103 CV de potencia, lo que ya son cifras más que respetables. Pero si unimos dos de estos motores, ya las cifras son descomunales. Eso es lo que hizo Andreas Georgeades. Sin programas CAD, ni diseño por ordenador, tomó dos motores de la CBX 1000 y los unió a un solo cigüeñal. De esta manera tenemos un V12 con 2.094 cm3 y 48 válvulas. La potencia total no se ha declarado, pero es fácil que ronde los 200 CV.
Vemos que la configuración empleada es el de V12 tumbada, con una bancada de seis cilindros paralela al suelo, y todo ello montado de manera transversal. En el frontal vemos los dos radiadores, uno para cada bancada, y las tomas de admisión. Por detrás vemos los imponentes cuatro escapes, dos a cada lado, que producen un sonido muy particular.
La suspensión delantera, vemos que es de doble horquilla, y la trasera de basculante con monoamortiguador y triángulo push-rod. Con sus enormes discos delanteros con pinza de tres pistones, y su disco trasero, la frenada a alta velocidad está asegurada. Respecto al diseño, vemos que es específico, rememorando las antiguas motos de GP, pero en cromado o pulido brillante. Incluso el cuadro de mandos es específico de esta moto. Sin duda, un gran “proyecto de garaje”.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Parece la moto ideal para suicidarse con estilo. Si la CBX de serie ya acelera como una mala bestia, con esta a ver quién es el guapo que abre gas a fondo sin manchar los calzoncillos.
Me temo que con su corta batalla sea más fácil hacer un “looping” que salir disparado.