La Kawasaki Mach II 400 S3 se presentó en el salón de París de 1973, en pleno estallido de la crisis del petróleo, lo que afectó, lógicamente, a su vida comercial. Y decimos lógicamente, porque forma parte de la famosa saga de motos con motores “dos tiempos” de Kawasaki y porque su principal mercado era Estados Unidos.
Kawasaki, durante aquellos años de desembarco en Europa y Estados Unidos, siempre fue una figura un poco secundaria. Yamaha y Honda, seguidas de Suzuki, lograron acaparar la atención de todo el mundo con unos productos que sorprendieron a propios y extraños. Mientras tanto, Kawasaki ponía su mirada en las clásicas roadster británicas, concretamente en las motos de BSA con las bicilíndricas W1 y W2, que le permitieron ganar algunos adeptos y asentarse poco a poco en el mercado.
Hubo que esperar hasta 1969 para que la firma comenzara a copar portadas de revistas con la H1 Mach III, una moto con propulsor de tres cilindros “dos tiempos” –498 centímetros cúbico– y 60 CV, que con sus 193 km/h, se convirtió en la reina, en la moto de producción más rápida, un cetro que, desde entonces, se han empeñado en mantener con toda clase de máquinas.

El éxito de esta moto, llevó a los directivos a ampliar la gama de modelos con motores ”dos tiempos” y pronto hubo toda una saga en las tiendas. La primera fue la brutal Kawasaki H2 Mach IV con motor de 750 centímetros cúbicos, un oscuro objeto de deseo en su tiempo, que luego se vio acompañada de otras variantes como la S1 Mach I de 250 centímetros, la S2 Mach II de 350 centímetros cúbicos y la S3 Mach II, con 400 centímetros.
Realmente, al Kawasaki S3 Mach II era una evolución de la S2, cuyo motor había ganado 50 centímetros cúbicos. Kawasaki mantuvo un avance constante con la Mach II y para muchos, la S3 400 es la mejor “Mach” de la saga. Incluso mejor que la 750, que resultaba un poco bestia y su motor superaba al chasis en cuanto se abría el acelerador al máximo. De todas formas, la Mach II 400 no solo tenía un motor algo más grande, también recibía mejoras en chasis –más reforzado y con nuevos soportes de goma para el motor–.
Esa inclusión de soportes de goma fue una de las cosas que más llamó la atención, en primera instancia, cuando la revista Motociclismo probó la moto en 1974, pues eliminaba una gran cantidad de vibraciones. También se destacó la docilidad del motor, que ayudaba a que fuera una motocicleta fácil de pilotar y además, divertida y manejable, aunque un poco floja de fuerza a bajas revoluciones, como la mayoría de los motores “dos tiempos”, vaya, ganando fuerza y empuje cuanto más cerca de las 8.000 revoluciones trabajara el propulsor. El tirón se empezaba a notar sobre las 4.000 revoluciones y se mantenía firme hasta un poco más allá de las 7.000, cuando daba toda la potencia.
Hablamos de 42 CV a 7.000 revoluciones y un par de 4,32 mkg a 6.000 revoluciones, extraídos de un tres cilindros “dos tiempos” de 400,4 centímetros cúbicos, capaz de lanzar todo el conjunto hasta los 167 km/h.
La crisis del petróleo limitó su vida comercial y se vendieron pocas unidades, así que hoy día su cotización supera, en ocasiones, los 12.000 euros, o eso dicen los amigos de Motos Clásicas 80.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS