Corría el final del año 1895 y dos amigos checos decidieron crear una empresa. Se llamaban Václav Laurin y Václav Klement, así que lo lógico fue bautizar a la empresa como Laurin & Klement. Esos nombres puede que te suenen de los automóviles Skoda, pero esa es una historia aparte.

La empresa comenzó con el negocio de las bicicletas, vehículo de transporte en auge por entonces, bajo la marca Slavia. No tardaron en dar el salto a las motocicletas. En un viaje a París, Klement compró una moto de los hermanos Werner para probarla y a su regreso a Mladá Boleslav los Václav decidieron mejorar el diseño. Por cierto, Laurin era mecánico de bicicletas, Klement un librero. Vamos, que uno puso la maña y el otro el pensamiento creativo.

Y el cambio fue sustancial, ya que se pasó de un diseño de motor delantero y tracción delantera, a uno de motor integrado en el bastidor y propulsión trasera mediante una correa de cuero. Acababan de inventar la motocicleta tal y como la conocemos hoy día. En 1899 se presentó a la prensa en Praga su primera criatura motorizada, la Laurin & Klement Typ 1 o Motocyclette. Estrictamente hablando era una bicicleta con motor, conservaba los pedales. Por primera vez en el Imperio Austro-húngaro empezaban a fabricarse motos.

En realidad hay que hablar de dos modelos, la Typ 1¼ (en la imagen de cabecera) y la Typ 1¾.

La Typ 1¼ tenía un motor monocilíndrico de 184 cc (60×65 mm) refrigerado por aire, con una entrega de potencia de 1,25 CV. Por su parte, la Typ 1¾ de un cilindro cubicaba 211 cc (62×70 mm) y era una réplica del motor Werner. Su potencia, apenas 1,3 kW, es decir, 1,75 CV. La nomenclatura hace referencia a su potencia, es decir, 1¼ =  1,25, 1¾ = 1,75.

Más adelante, evolucionaron el motor Werner con válvula de escape y de admisión controladas, llegó el encendido por contacto eléctrico y se logró un régimen de 1.200 RPM. La transmisión de fuerza era directa, así que el motor solo se podía encender en marcha tras haber cogido inercia pedaleando (en este vídeo se puede ver de forma gráfica). Los frenos eran, literalmente, de bicicleta.

El primer pedido de la Typ 1 fue de 150 unidades

Para 1902 se habían producido ya 2.000 motocicletas en la fábrica de Mladá Boleslav. El año anterior la compañía se apuntó a las primeras competiciones. El piloto Narcis Podsedníček completó la carrera París-Berlín de Junio de aquel año, 1.200 kilómetros, con una de sus motos. Solo participaron 10 pilotos con motocicletas y triciclos.

Narcis Podsedníček (1901) en clara pose de espíritu RACER

Laurin & Klement Typ 1¾

Narcis Podsedníček posando con una Laurin & Klement bicilíndrica

Por lo visto llegó a la meta el primero, el 30 de junio a las 3 de la mañana, antes que llegasen los comisarios encargados de comprobar las llegadas. Hubo un testigo, un policía berlinés que dio fe de la llegada, pero Podsedníček fue descalificado por paso por meta irregular. Así que no quedó acreditada la victoria oficialmente y pasó a los anales como una victoria moral.  Fue el principio de una carrera de éxitos (nunca mejor dicho). Narcis Podsedníček ganó la primera carrera de motos en Bohemia en 1902, recorriendo los 195 kilómetros en 4 horas y 52 minutos (40 km/h de media, iba a saco).

En 1903, de 34 carreras disputadas, las motos de Laurin & Klement se quedaron a dos de hacer un perfect; solo ganaron 32. Ya en 1905 el piloto Václav Vondrich obtuvo una victoria en la pista francesa de Dourdan en lo que podía equivaler hoy día al Campeonato del Mundo de Motociclismo, la Coupe internationale des motocyclettes. Para entonces el catálogo ascendía a 19 motocicletas, de uno a cuatro cilindros. Ese año comenzó la producción de automóviles de turismo (coches) con el Voiturette A, con motor bicilíndrico y 7 CV de potencia.

En 1907 Laurin & Klement era el mayor productor de automóviles del Imperio Austro-húngaro

Por cierto, fue el grupo industrial Skoda el que se hizo con la empresa de Laurin y Klement en 1925, ya por entonces fabricante también de automóviles, y pasó a llamarse Skoda Auto; la producción de bicis y motos cesó. Los Václav fallecieron en la década de los años 30, ahorrándose el vivir el horror que esperaba a su tierra -y al resto del mundo- solo unos años después.

Skoda les ha seguido recordando empleando la denominación “Laurin & Klement” o “L&K” para los modelos más equipados o más especiales en los últimos años. Ahora que sabes esto, la colaboración que hay entre Skoda y el Tour de Francia es mucho más evidente, ¿verdad?