En 1984 se presentaba la Laverda LB 125, una moto con la que se buscaba dar continuidad a la saga LZ, que tanto éxito le dio a la firma italiana, pero que llegó en un momento complicado para Laverda. Sin embargo, aunque no contó con la inversión que si tuvieron los principales rivales, la Laverda LB 125 pudo destacar en algunos apartados.
Las pequeñas motos de 125 centímetros cúbicos no siempre han tenido el respeto que se merecen, pues no solo representan uno de los escalones que una enorme cantidad de moteros ha superado, también han contado con motocicletas verdaderamente rápidas y deportivas. Y casi siempre de origen italiano.
En Italia sienten predilección por las cosas pasionales, sobre todo si tienen un motor de combustión y ruedas. Ahí están las mejores marcas de coches deportivos, y por supuesto, ahí están algunas de las marcas más míticas en lo referente a motocicletas con grandes dosis de pasión. Y esa pasión se puede encontrar en todos los segmentos del mercado, incluso entre las 125 centímetros cúbicos.
Muchas de las motos míticas del octavo de litro nacieron en los años 80, pero muchas de ellas no llegaron a España, como la Laverda LB 125, puesta en circulación en 1984 como reemplazo para las Laverda LZ y cuyas aspiraciones eran claramente deportivas en su variante Sport. La LB 125 contó con varias versiones: Sport, Strada, Sabbia y Custom, pero la Sport fue la más rápida de todas, como cabría esperar.
La Laverda LB 125 Sport era un modelo que, en época, resultaba muy deportivo. Contaba con una estética refinada y de formas equilibradas, pero el asiento trasero con tapa “aerodinámica” y el pequeño carenado a la altura del faro le daban un aspecto casi de carreras. Sin embargo, técnicamente siempre estuvo por detrás de los principales rivales de la época, pues la marca italiana tenía, en aquel momento, algunos problemas económicos.
Tampoco se puede afirmar que fuera una moto lenta, en realidad, la Laverdad LB 125 Sport se situaba en la mitad del segmento en cuanto a prestaciones. Tenía un chasis en “forma de diamante”, equipado con unas suspensiones de origen Marzocchi –horquilla con 32 milímetros de barras y dos amortiguadores traseros–, mientras que los frenos, con un disco macizo en la rueda delantera, los firmaba Brembo.
El corazón la LB 125 Sport se basaba en el Zundapp que montaba la Laverda LZ 125. Se modificaron los cárteres, se cambió la transmisión –aunque mantenía las cinco relaciones de la LZ– y se añadió una admisión por láminas al grupo termodinámico de origen Zundapp –cilindro, pistón y culata–. La refrigeración era líquida por termosifón –circulación “natural”, sin bomba eléctrica–.
Como curiosidad, la Laverda LB 125 Sport sirvió de base para el Trofeo Laverda, el primer Trofeo Laverda, que se inauguró en 1984 y que fue copiado por Honda, por Gilera, y más tarde, también por Cagiva. La producción se mantuvo poco tiempo, pues en el mismo 1984 se presentó la evolución, la Laverda LB 125 Uno.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS