Hoy en día, la Lube Cóndor es una de las opciones más valoradas entre los coleccionistas afines a la casa vasca. No sólo por su carácter deportivo y polivalente, sino también por ser uno de sus últimos y más depurados modelos. Pero vayamos por partes. De esta manera, lo mejor será posicionarnos en 1947. Año en el que Luis Bejarano funda Lube tras haber adquirido una amplia experiencia trabajando en la Douglas de Bristol. A partir de aquí, echa mano de sus contactos en Alemania de cara a usar a la masiva NSU como socia tecnológica. Es más, en 1955 consigue uno de los escasísimos permisos de importación para traer así las piezas con las que fabricar la Lube-NSU Max.
Una motocicleta con 250 centímetros cúbicos que, en su momento, conseguía pisar muy de cerca a las Derbi y Sanglas 350. Así las cosas, Lube no sólo dejaba clara su capacidad para realizar excelentes ensamblajes, sino que también trascendía el segmento del octavo de litro – cilindrada dominante en las turismo españolas de aquella época – con una máquina más potente y prestacional dominada por su ciclo de cuatro tiempos. No obstante, lo cierto es que donde mejor se movió siempre la marca fue por debajo de los 200 centímetros cúbicos.
Gracias a ello, en sus inicios logró éxitos tan importantes como los de las B-25 y D-25. Revalidados ya en la década de los sesenta por la Lube Renn. Posiblemente, su diseño más representativo a la luz de los tiempos. Y es que, gracias al mismo, consiguió unir en un mismo modelo la deportividad con el carácter turismo. Es más, desde 1960 las Renn fueron la base para el pequeño pero interesante departamento de competición. Lugar donde se fogueó Santiago Herrero antes de recalar en OSSA de cara a intentar hacerse con el Mundial.
Se dispuso en dos cilindradas, siendo la versión con 175 centímetros cúbicos la base perfecta para la 175 Sport. Una opción deportiva de lo más interesante para la época
Lube Cóndor, dos cilindradas para un mismo modelo
Más allá de sus diferentes versiones y variantes deportivas, uno de los principales aciertos cosechados por Lube en la Renn fue el disponer de dos cilindradas. De esta manera, mientras la Renn 125 entregaba de serie unos 10 CV gracias a su monocilíndrico con dos tiempos, la Renn 150 se iba hasta los casi 12 CV con una mejor respuesta en los bajos. Con todo ello, Lube era capaz de cubrir una amplia gama de necesidades partiendo de una misma base.
Justo lo que la marca necesitaba pues, no en vano, la popularización del automóvil estaba poniendo contra las cuerdas a todas las marcas que seguían centradas en las turismo como si nada hubiera pasado. Es más, aunque Lube finalmente reaccionó presentando la Off-Road Yack – pensada para un mercado campero y de exportación que podría haber salvado a la empresa – ésta llegó demasiado tarde. De hecho, incluso a mediados de los años sesenta Lube seguía insistiendo tozudamente en no cambiar el grueso de su gama.
Así las cosas, en 1964 presentó tres nuevos modelos tan interesantes como condenados a un espectro de mercado a la baja. Hablamos del Le Mans 125 – una octavo de litro con clarísimo punto deportivo desde la propia postura de conducción – y las Ízaro y Cóndor. Estas últimas realizadas sobre el mismo punto de partida, representando la primera una opción más sosegada – con 14 CV, un carenado para asegurar la limpieza en el uso así como un manillar perfecto para ir erguido con la espalda relajada – y la segunda otra mucho más deportiva.
A mediados de los sesenta la gama de Lube era muy completa en materia de turismos. Pero claro, con el auge de los automóviles populares éstas ya estaban de capa caída
De hecho, la Lube Cóndor se ofreció en dos cilindradas. La de 150 centímetros cúbicos que compartía con la Ízaro y la 175. Base para la versión Cóndor 175 Sport. Una máquina de lo más interesante para las diferentes carreras y torneos nacionales dados en la España de mediados de los años sesenta. Por esto mismo, objeto de deseo para multitud de personalizaciones por todo tipo de pilotos, equipos y mecánicos, lo cual hace casi imposible encontrar una unidad en estado de estricta serie. Eso sí, en lo referido a la Cóndor 150 los datos son mucho más homogéneos, llegando hasta los 20 CV a 6.500 revoluciones por minuto gracias a la acción del carburador. Todo ello para, hoy en día, ser una excelente pieza de colección entre quienes siguen valorando a Lube como lo que es. Una de las mejores marcas de motocicletas nacida en el contexto peninsular.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS