Seguimos conociendo la curiosa y rica historia automotriz de otros países a través de sus primeras motocicleta, la última vez fue de China. Y por supuesto, hay que hacer una parada en la lejana Australia, donde hace más de 100 años también empezaron a crear sus propios modelos. Se dice que la primera de ellas fue fabricada por David Spencer en Torwood, Brisbane, entre 1903 y 1910. En total construyó 12 de las que hoy todavía sobrevive una unidad.
El problema a la hora de fechar la primera moto en Australia es que, como ocurre en otros países alejados de la cuna del motor (Europa), las primeras motos fueron fabricadas a partir de piezas importadas. ¿Se puede considerar entonces como la primera una moto con chasis inglés y motor francés? Pues creemos que no sería del todo justo.
Sin embargo, la moto que desarrolló David Spencer sí que era un desarrollo completamente australiano, con diseño de piezas, moldes y toda la producción hecha allí. De hecho y junto al ejemplar que se conserva en el Australian Motorlife Museum (Wollongong), también se pueden contemplar los planos originales en los que se basó todo el desarrollo de la que está considerada la primera moto 100 % aussie.
Se trataba de una motocicleta monocilíndrica y que cubicaba 475 cc. Su diseño es muy parecido al que podíamos ver en aquella época en Europa, con un chasis de bicicleta reforzado en el que se ubica el motor. Este impulsa la rueda trasera a través de una correa, mientras que el freno, en la rueda delantera y de zapatas (herencia de las bicis), se acciona a través de una palanca ubicada en el manillar.
Entre 1907 y 1910, David Spencer utilizó su propia motocicleta para competir en carreras a lo largo de Australia y, de hecho, la familia Spencer todavía conserva algunos de estos trofeos que consiguió y que forman parte de su legado.
Aunque no tenemos más datos sobre esta moto, es interesante comprobar la rica historia que nos ha dejado (y deja) tanto Australia como Nueva Zelanda a la industria de las dos ruedas. Innovadores ingenieros y fabricantes crearon algunas de las motos más alucinantes del mundo, con historias asombrosas y también aquellos que han triunfado en competición por todo el mundo. De hecho, se dice que un australiano, cuando sale de su país, nunca vuelve si antes no ha conseguido hacer algo grande.
Perfectos ejemplos los encontramos en la Aurora Hellfire, las Drysdale, PGM V8, Monster Bike from Hell o la Motoinno TS3. Muchas de ellas están recogidas en el libro “AZ of Australian-Made Motorcycles” de Rob Saward, y que en parte podéis consultar aquí. Como podéis ver, hay muchas más marcas de las que uno podría creer y muchas de ellas sorpendentes.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS