La MV Agusta Brutale, la primera Brutale, apareció en 2001 como una nueva creación del señor Massimo Tamburini. Era una moto muy compacta, con basculante monobrazo y un carácter sin medias tintas. Características que han sido seña de identidad de toda la saga y que se multiplicaron en 2010, cuando apareció la MV Agusta Brutale 1090 RR.
En realidad la presentación de la MV Agusta Brutale 1090 RR se llevó a cabo en 2009, a finales de año, y la firma italiana la anunciaba como una nueva era. Sin embargo, a simple vista podría parecer la misma moto, pues los diseñadores de la marca no tocaron casi nada de las formas creadas por Tamburini, al menos a simple vista, claro.
No se notaba, pero la MV Agusta Brutale 1090 RR era una moto nueva; el basculante era 28 milímetros más largo, el ángulo de dirección se redujo en medio grado, se revisó la ergonomía –la postura era un poco más “amplia” y se contaba con reposapies regulables– y se retocó la estética, con un colín algo más largo y sutiles cambios en el depósito.
Los cambios que sufría la Brutale 1090 RR se centraban, no obstante, en el chasis, aunque a simple vista parezca el mismo, y en el motor. El chasis cambia sus cotas y según anunció la marca en su momento, se lograba una mejor maniobrabilidad, mientras que el motor, que mantenía los 1.078 centímetros de la Brutale a la que reemplazaba, pero curiosamente, perdía tres caballos por el camino. No obstante, la marca aseguró que se trataba de cifras de banco de pruebas, que no están “conectadas” con el departamento de marketing.
Los diseñadores cuidaron mucho no desfigurar la silueta que creó Tamburini
El tema en cuestión es que, aunque mantenía todo el grupo termodinámico y sus cotas –culata, cilindros y pistones, diámetro por carrera de estos… –, recibía nuevos cárteres. También se modificaron otras cosas con el objetivo de busca no solo potencia, también una mejor entrega y una mayor cifra de par. Según datos publicados por la prensa en su momento, el motor rendía en banco casi 132 CV a 9.910 revoluciones y 10,5 mkg a 10.300 revoluciones, frente a los 144 CV a 10.300 revoluciones y 11,2 mkg a 8.100 revoluciones que declaraba la marca.
Las pruebas de la época hablaban muy bien de la moto cuando se trataba de exprimir todo su potencial. La revista Motociclismo, por ejemplo, aseguró que incluso sobre firme irregular, la trazada era casi imperturbable y aunque tenía unas suspensiones bastante firmes, transmitían información útil a su conductor. También destacaron que la posición de conducción era tan radical como en cualquier otra Brutale.
Por su parte, la revista Motorcycle afirmó que, en el circuito de Misano, donde la marca llevó a los periodistas para su primera toma de contacto, se podía lograr velocidades que rondaban los 220 km/h, pero que no era una moto tan ágil como una deportiva y en la Variante del Parco, una curva a izquierdas que se toma en segunda, seguida de una curva a derechas muy rápida donde se exprime la segunda y se mete tercera, resultó un poco remolona y dejaba sentir su peso.
Como cabe esperar en una marca como MV Agusta, la Brutale 1090 RR no era barata: 20.000 euros. Sí, parece poco, pero allá por 2010 no lo era.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS