La llegada de las motos japonesas a Europa a mediados de los años 70, supuso un duro palo a la industria motociclista europea. Muchos fabricantes, entre ellos la hasta ese momento todopoderosa Norton, empezaron a ver como esas motos más baratas, ligeras y sobre todo fiables, les estaba haciendo un tremendo daño. Para luchar contra ellos, Norton pensó mejorar su conocida Norton Commando con un nuevo motor. Y aquí es donde nace la historia de esta rara y única Norton Commando “P89” Prototype.
La Norton Commando era una moto muy buena, incluso a principios de los 70. Únicamente empezaba a flaquear su propulsor respecto a la competencia, pero a nivel de chasis y componentes seguía en el top de modelos deportivos. Por ello Norton empezó a pensar en un nuevo motor bicilíndrico, con distribución DOHC de doble árbol de levas y cuatro válvulas en cabeza.
El trabajo recaería en una de las empresas británicas con más renombre a la hora de desarrollar y preparar motores, Cosworth, quien pondría toda la carne en el asador a la hora de hacer un motor que fuese potente y, al mismo tiempo, fiable. De aquí nacería la Norton Challenge P86, y se cree que ese mismo motor pero en un estado de desarrollo más temprano, es precisamente el que está montado en esta Commando P89.
¿Qué tiene de especial este motor? Pues para empezar se trata de un motor de Fórmula 1, o mejor dicho, 1/4 del Ford-Cosworth DFV V8 uno de los motores más populares de la F1. Con un sinfín de modificaciones para el nuevo cometido, y siendo además concebido para dar rigidez al chasis, sería el que usarían años más tarde en competición (sobreviviría por lo tanto al cierre de NTV – Norton Villiers Triumph en 1978).
Sin embargo, este motor presenta algunas características especiales respecto al de la Challenge P86, y se pueden ver a simple vista. Por ejemplo, la transmisión discurre por el lado derecho en lugar de la izquierda, y precisamente a este lado es donde está la caja de cambios. El resto de elementos que podéis ver en la Norton Commando “P89” Prototype fueron directamente tomados de una Commando. Hablamos del chasis, depósito, suspensiones o llantas.
Lo más fascinante de esta historia es que esta P89 no debería haber sobrevivido. Por costumbre, los prototipos se destruyen una vez que han cumplido su función. Pero quizás esta moto, al estar tan cerca del cierre de Norton Villiers Triumph de 1978, no tuvo tiempo para acabar desmontada. Así y según cuentan en Bonhams, fue comprada en la liquidación de activos de NTV por el distribuidor de motocicletas Cyril Chell. Este a su vez la vendió a la persona que la ha puesto en subasta, y que la mantuvo en su colección privada durante más de tres décadas.
Lo más sorprendente de todo es que, a pesar de tratarse de una motor rarísima por su condición de prototipo olvidado y único, el precio ha sido mucho más bajo de lo que podríamos pensar. La puja ganadora que se adjudicó esta Norton Commando “P89” Prototype fue de solo 8.175 euros, lo que consideramos casi ridícula y un verdadero chollo si tenemos en cuenta su importancia histórica.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS