El Piaggio Thypoon –realmente se pronuncia algo así como “taifun”, y sí, significa tifón–, un scooter que movilizó a infinidad de chavales hace décadas, es todo un icono de una época durante la cual, los ciclomotores se podían conducir con 14 años. Qué tiempos, ¿verdad? Y cuantas perrerías se habrán hecho con los Typhoon…
Fue un modelo que aguantó bastante en el mercado, primero como Gilera Typhoon –hasta el año 2000– y luego como Piaggio, marca que tuvo el modelo en liza hasta el año 2020. No obstante, la segunda generación del modelo no tenía el mismo aura y no contó con el mismo impacto en el mercado, aunque la marca se esforzó por mantener la misma esencia cuando renovó el modelo.
La segunda generación del Piaggio Typhoon se presentó a finales del año 2010 y, a simple vista, conservaba algunos rasgos del modelo original, como las formas del escudo frontal o las ruedas pequeñas con neumáticos de tacos. También se mantuvo, en parte, su sencillez, uno de los argumentos más fuertes del Typhoon original, junto con su estética, claro.
Pero los parecidos terminaban ahí, pues el Tifón de segunda generación era un scooter más grande, más pesado y con mejores componentes para el chasis y el equipo de suspensiones. El caso, como hemos dicho antes, es que se mantenía la sencillez, que era la base para que fuera un modelo interesante y sobre todo, económico. Así, el motor seguía con refrigeración por aire, pero en su versión de 125 centímetros cúbicos, desechó el ciclo “dos tiempos” para adoptar un motor “cuatro tiempos”.
El Piaggio Typhoon 125 no hacía uso de la última tecnología desarrollada por Piaggio, eso habría obligado a encarecer su compra. En su lugar, se empleaba un motor sobradamente conocido, alimentado por carburador y que rendía 9,6 CV a 8.500 revoluciones. Comparado con el “viejo” Typhoon 125 2t, que tenía casi 14 CV, la diferencia era notable, aunque no podía competir en consumos.
Como cabe esperar, la poca potencia hacía del Typhoon II un scooter poco adecuado para salir de ciudad, pues apenas lograba alcanzar los 100 km/h. Sin embargo, como su antecesor, en el centro de la urbe daba el do de pecho y resultaba una moto de lo más interesante gracias a su agilidad y sobre todo, a su fiabilidad. El Typhoon siempre fue un scooter duro como una piedra, y la segunda generación no era diferente.
Aprilia comercializó un gemelo del Piaggio Typhoon II, un scooter con un aspecto algo más deportivo a base de adhesivos y colores en contraste. Era el Aprilia SR Motard y tampoco logró acaparar la atención como para ser recordado.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS