Moto del día: Royal Enfield Continental GT (1964)

Moto del día: Royal Enfield Continental GT (1964)

Una moto que llegó demasiado tarde


Tiempo de lectura: 3 min.

La Royal Enfield Continental GT, puesta en escena en 1964, representaba el lado más deportivo de la conocida firma británica –aunque ahora tenga su sede en India– en aquellos años y, además, también se convirtió, según la prensa inglesa de la época, en la mejor “dos y medio” que jamás ha fabricado la marca hasta el momento.

Por todos es conocido el clasicismo de Royal Enfield, un clasicismo bien llevado, todo sea dicho, pues en realidad hay mucha modernidad bien camuflada y adecuadamente vestida. La cuestión es que ese clasicismo es lo que hace de Royal Enfield una marca especial y con personalidad, sobre todo desde que lanzó las 650. Antes, con sus monocilíndricos, se quedaban algo justas de prestaciones y quedaban reservadas para usuarios muy particulares.

Si echamos la vista atrás, podremos ver que la línea que lucen los modelos de la marca, parece haber llegado directamente de los años 60, cuando Royal Enfield empezó a tener serios problemas financieros. Problemas que no impidieron poner en circulación la Continental GT, un modelo que todavía se mantiene en el catálogo de la marca como su montura más deportiva, aunque, claro, una deportividad “old school”.

La Royal enfield Continental GT llegó tarde, muy tarde, pues poco después de su presentación, la empresa tuvo que vender la fábrica situada en Redditch, cerca de Birgmingham –Inglaterra– y cesar la producción de los modelos monocilíndricos. No obstante, tenemos un pequeño problema con las fechas, pues según medios como Hagerty, especialistas en vehículos clásicos, la Continental GT llegó en 1966, pero según la página web oficial de la propia marca, fue en 1964. Obviamente, haremos caso a la página web oficial, pero no está de más comentar el suceso.

Royal Enfield Continental GT (2)

Estéticamente, la Continental GT tenía una imagen puramente british, con un depósito curvado por arriba y totalmente plano por abajo, un asiento monoplaza con joroba en la parte trasera, semi-manillares, grandes frenos de tambor y un solo cilindro vertical en el centro del chasis, sin olvidar, por supuesto, en grana faro circular delantero.

La Continental GT, nombre, por cierto, que también usaría Bentley en uno de sus lujosos y ultraexclusivos coupés, derivaba de la Royal Enfield Continental, aparecida poco antes y que tenía un motor de 250 centímetros cúbicos que procedía de la Royal Enfield Crusader Sports con cambio de cinco relaciones –la Super 5–. La Continental era adquirida por jovenes moteros que la transformaba en cafe racer mediante componentes de la industria auxiliar, una tendencia que no pasó desapercibida para Le Davenport, quien pensó en ofrecer esas piezas desde la misma marca.

El resultado fue, obviamente, la Royal Enfield Continental GT, cuyo depósito de fibra de vidrio con 16 litros era el centro de todo el diseño. Además, se montó una versión revisada y “mejorada” del monocilíndrico “dos y medio” con 21 CV a 7.500 revoluciones. Una potencia que parece la estándar para un solo cilndro de ese cubicaje, pues más de 30 años después, todavía se puede encontrar en la categoría.

Como cabe esperar, la prensa británica solo tenía halagos para la máquina, aunque algunos eran más que merecidos, como su agilidad y lo divertido que era conducirla. En los años 60, al parecer, se llegaron a registrar velocidades de hasta 85 mph, más de 130 km/h, lo que no estaba nada mal para una moto de su categoría en aquellos años –y ahora tampoco–.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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