Es muy posible que la Suzuki GSF 750 no se suene de nada, aunque si miras las fotos, en seguida te vendrá un nombre a la mente: Bandit. Y sí, estarás en lo cierto, las fotos muestran una Suzuki Bandit, porque en realidad, es una Suzuki Bandit, pero en este caso, con un motor de 750 centímetros cúbicos que nunca salió de Japón. Además, como dato curioso, nunca se recibió el apelativo Bandit de forma oficial y, por tanto, se llama, como hemos dicho antes, Suzuki GSF 750.
La Suzuki Bandit es un modelo mítico, recordado por infinidad de moteros, ya que no fueron pocos precisamente los que tuvieron una en el garaje. A Europa llegó con el motor de 600 centímetros cúbicos, que luego pasó a 650, y también con el motor de 1.200 centímetros cúbicos. La 750 era una moto totalmente desconocida, o casi, seguramente, habría algún fanático de las motos que la conocía. Igualmente, aunque en este caso si son conocidas, la Bandit también se desarrolló con motores de 250 y 400 centímetros cúbicos.
Como decíamos, la Suzuki GSF 750 se comercializó en Japón entre 1996 y 1999 y, por así decirlo, era una motocicleta hecha de retales. El chasis y las suspensiones se tomaban de la Bandit 600, mientras que el subchasis, el escape y el tablero de instrumentos se tomaban de la Bandit 1200. Por su parte, el motor procedía de la GSX-R 750 con refrigeración aire-aceite, debidamente retocado para adaptarlo a sus nuevas funciones, por lo que se bajaron las prestaciones a 77 CV y 64 Nm de par. Debido a las leyes japonesas, se limitó la velocidad máxima a 180 km/h, aunque hubo quien, después de quitarle la limitación, logró alcanzar los 225 km/h.
A simple vista es una Suzuki Bandit, pero nunca se la llamó Bandit oficialmente. ¿Habría tenido éxito fuera de Japón?
El motivo para que la moto fuera puesta en circulación, según algunos medios japoneses, es peculiar. Básicamente, se debía a que Suzuki buscó rentabilidad todo lo posible el propulsor de la Suzuki GSX-R 750, cuando el modelo pasó a montar un motor refrigerado por líquido. El desarrollo un nuevo motor cuesta muchísimo dinero y no se pueden desechar tan fácilmente, así que Suzuki quiso sacarle todo el máximo partido.
Aunque no luciera el apelativo “Bandit”, la Suzuki GSF 750 era una Suzuki Bandit por derecho propio. Por diseño era claramente una Bandit, por chasis y suspensiones también era una Bandit y tanto por motor como por planteamiento también era una Bandit. ¿Habría tenido éxito y la compañía japonesa la hubiera sacado de Japón?
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS